Uno se pregunta si estas palizas se propinan en aras de la profesionalidad o para humillar a un rival que ya sabe de antemano que le tocará sufrir.

Perfumerías Avenida no tuvo conmiseración de UNB Obenasa de Iruñea, y le infligió una derrota que más vale olvidar cuanto antes. El resultado final, 104-50, no es sino una fiel aproximación de lo que fue un apaleamiento unilateral, casi en sentido literal. El conjunto salmantino no tuvo suficiente con mostrar a las iruindarras que son las vigentes campeonas de la Liga Femenina y la Euroliga, sino que no se privaron de hacer sangre. Si mediado el primer cuarto, el luminoso del Würzburg mostraba un esperanzador 10-8, cinco minutos después, con 30-13, el choque quedaba visto para sentencia.

Pero el tormento que debieron soportar las de César Rupérez no había hecho sino empezar. Entre Allison Feaster y Marta Fernández se pusieron manos a la obra para humillar a la escuadra navarra, que vio cómo debía comerse un parcial de 23-1, dejando que el marcador mostrara un sonrojante 53-14.

A partir de ahí, con 64-25 al descanso -con un parcial de 11-11 en el tramo final del segundo cuarto-, el partido fue un simple pasaratos donde la única idea era que aquello se terminara cuanto antes. La humillación de las de César Rupérez, que aun así seguirían luchando, con Jovana Rad o Paula Seguí como protagonistas, ya era un hecho.

Y ahora toca viajar a Madrid para «comerse» otro correctivo frente a Rivas Ecópolis. Piedad.