Las bolsas marchan sin alicientes y muestran una clara falta de convicción en la solución de la crisis de deuda a corto plazo. Los esfuerzos del BCE por contener la prima de riesgo del Estado español e Italia sólo obtienen éxitos puntuales, dado que el fondo del problema está en la falta de acciones concretas de los gobiernos de Roma y Madrid, según los expertos. De este modo, el diferencial con el bono alemán volvía a acercarse ayer a los 500 puntos básicos, mientras que la subasta de letras a tres y seis meses en el Estado español alcanzó una rentabilidad superior al 5%. Y si en Europa todavía no se ve la salida, en Estados Unidos los problemas también crecen. A las dificultades para recortar el déficit se añadió ayer la constatación de un crecimiento menos dinámico del anunciado previamente para el tercer trimestre. De julio a setiembre el PIB aumentó a un ritmo anual del 2%, cinco décimas menos de lo previsto. Bajo este contexto pesimista, el Ibex cayó por debajo de los 8.000 puntos. Hoy saldrá con 7.904,90 puntos, después de restar un 1,45%. Las bajadas de Fráncfort (-1,11%), París (-0,84%) y Londres (-0,30%) fueron menores. Por valores del Ibex, destacaron al alza Enagás y Red Eléctrica, que subieron más de un 1%. Las mayores pérdidas fueron para IAG, Sacyr y Mediaset, con descuentos superiores al 4,50%. Santander (-2,68%) quedó rezagado entre los grandes. En París se significó el desplome de Alcatel-Lucent (-11,95%). La caída generalizada del sector financiero fue encabezada por BNP Paribas (-4,92%), al tiempo que Pernod Ricard (+2,29%) marcaba el paso a los ganadores.