ANÁLISIS | TRAS LAS ELECCIONES DEL 20N
La amarga resaca de la victoria
CiU consiguió unos resultados históricos el pasado domingo cuando, gracias a sus 16 diputados, se convirtió por primera vez en la historia en la fuerza más votada del Principat en unas elecciones generales. La victoria, sin embargo, sólo les sirve para reforzar su posición en casa, donde ya han anunciado grandes recortes para 2012, ya que la mayoría absoluta del PP aleja la posibilidad de conseguir el ansiado pacto fiscal.
Beñat ZALDUA Barcelona
Tres de tres». El president, Artur Mas, no dudó en reivindicar el pasado domingo el hat-trick electoral que, en menos de un año, los ha sacado del ostracismo institucional y les ha entregado el poder municipal, autonómico y, ahora, parlamentario. Es, además, la primera vez que Convergència i Unió (CiU) se convierte en primera fuerza, superando en escaños y en votos a los socialistas. En palabras del candidato, Josep Antoni Duran i Lleida, se pone fin a «la anomalía», que suponía el triunfo de CiU en las autonómicas y el del PSC en las generales.
Contra lo que anunciaban las encuestas, y pese a los más de mil gallos que le provocó la afonía durante la campaña -los periodistas los iban contando-, Duran i Lleida consiguió que gran parte del electorado identificase Catalunya con CiU e impuso la imagen de la derecha catalana como única representación posible de los catalanes en Madrid. Pero no todo el mérito fue suyo, ya que la espectacular caída de los socialistas catalanes ayudó, y mucho. Chacón, responsable en 2008 de los mejores resultados del PSC con 25 escaños, se convirtió el domingo en la responsable de los peores resultados de los socialistas en unas generales: 14 diputados.
Duran i Lleida también funcionó como dique a la marea azul, probablemente «porque nadie se parece a ellos tanto como él», en palabras del periodista Albert Om. El ambiente en la sede del PP catalán la noche del domingo fue agridulce y no hubo gestos exultantes. Pese a la victoria arrolladora de Rajoy y los 11 diputados en el Principat -un aumento de tres escaños-, el candidato Jorge Fernández Díaz no consiguió acercarse al empate que algunas encuestas pronosticaban. De hecho, ni siquiera alcanzó el récord de 12 diputados logrados por Josep Piqué en 2000.
En la sede de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) tampoco se desbordó la euforia, pero un profundo suspiro recorrió las filas republicanas al constatar que la sangría de votos que sufrían desde hacía cinco años llegó prácticamente a su fin. A falta de confirmar el tercer escaño por Girona, que disputaba con el PSC, Esquerra consiguió mantener los tres diputados de 2008; todo un éxito para la nueva dirección de Oriol Junqueras y para un candidato ajeno al mundo de la política: Alfred Bosch. No hay que olvidar que hace unos meses, algunas encuestas predecían que ERC ni siquiera conseguiría representación.
La coalición ecosocialista ICV-EUiA fue, en términos proporcionales, la gran triunfadora de la noche, pasando de uno a tres diputados. Su candidato, el exsecretario general de CCOO en Catalunya Joan Coscubiela, consiguió atraer votos derivados del 15M y, sobre todo, de socialistas disgustados.
También merece una consideración la abstención y los votos de protesta, que han tenido más eco en el Principat que en el resto del Estado. Tanto las Candidaturas d'Unitat Popular (CUP) como la mayoría del movimiento 15M y sindicatos como la Confederación General del Trabajo (CGT) hicieron campaña por la abstención, que el pasado domingo llegó al 33,18%, un ascenso de casi cuatro puntos porcentuales respecto a 2008. Una gran cantidad de voto de protesta recayó también sobre Escons en Blanc, que aboga por dejar vacíos los escaños obtenidos y que en el Principat llegó a ser la séptima fuerza con 50.854 votos.
Triunfo a medias. Un Duran i Lleida pletórico declaró el domingo que el pacto fiscal había triunfado y que se sentía con el apoyo de los catalanes para llevar la propuesta a Madrid. No le faltaba razón, pero por si acaso, De Cospedal ya se encargó el lunes de subrayar que no contemplan nada que se parezca a un concierto económico.
Por su parte, la líder del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, puso a Duran i Lleida en su sitio, evidenciando que la derecha catalana necesita al PP para imponer su agenda de recortes, mientras que la derecha española no necesita a CiU para nada. No es de extrañar que, desde el Govern, insistan en que Rajoy debe negociar con otras fuerzas para salir antes de la crisis. Es el lado más amargo de la victoria de CiU.
La parte más dulce es el gran espaldarazo a la política de grandes recortes llevadas a cabo por el Govern. De hecho, hay quien reclama con orgullo ser el único Gobierno europeo en aplicar fuertes medidas de ajuste y sobrevivir en una contienda electoral.
Ambas caras de la victoria de CiU se concentraron ayer en una comparecencia extraordinaria de Mas, que demostró que se sienten fuertes en casa y que no cuentan, para nada, con la posibilidad de conseguir el pacto fiscal. El president guardó las tijeras y sacó la motosierra para anunciar que, entre otras muchas cosas, en 2012 volverán a bajar el salario de los funcionarios, explorarán el copago en la sanidad, aumentarán las tasas universitarias, privatizarán bienes públicos y subirán el precio de la gasolina, del transporte público y del agua. Más de uno se acordó de Duran i Lleida, que en campaña señaló: «Si explico lo que haremos, la gente no nos votará».
Mas lanzó el mensaje de ayer como aviso a navegantes, sin especificar ninguna de las medidas que piensa tomar. Habrá que esperar, por lo tanto, a que se concreten, ya que, como señalaban varias pancartas en las últimas manifestaciones indignadas: «Es imposible apretarse el cinturón y bajarse los pantalones al mismo tiempo».
Una de las incógnitas abiertas tras las elecciones es el papel que jugará ERC en la gobernabilidad del Principat, ya que es probable que CiU busque su apoyo para desmarcarse del PP. Habrá que ver hasta qué punto está dispuesta la nueva dirección de Esquerra a sacrificar parte de su ideario progresista para evitar que el PP se convierta en el principal sustento del Govern. De momento, ayer criticaron con dureza los nuevos recortes, lo que deja a CiU a merced del PP, para quien las palabras del president fueron música celestial.
Un PSC hacia la autodrestrucción. Pero si por alguien doblaron las campanas la noche del domingo fue por el PSC y por las aspiraciones de su candidata, Carme Chacón, a suceder a Zapatero al frente del PSOE. La cara de la todavía ministra de Defensa era un poema ante la constatación de la masiva fuga de votos, que condenaron a los socialistas catalanes al peor resultado de su historia en unas generales.
Chacón, que después de conseguir un resultado histórico en 2008, se olvidó del Principat hasta el comienzo de esta campaña, podría esgrimir que, al menos, ha quedado por delante del PP. Sin embargo, el hecho de que la caída de los socialistas en Catalunya haya sido cuatro puntos porcentuales más grande que la media en todo el Estado, echa por tierra cualquier aspiración creíble.
Tras una tensa ejecutiva, el viceprimer secretario, Miquel Iceta, admitió el lunes que su proyecto «ha perdido credibilidad», por lo que la renovación de los socialistas es más urgente que nunca. Para ello, en menos de un mes afrontarán el Congreso Nacional que llevan posponiendo desde hace un año y en el que deberán poner solución a una caída libre que no se explica tan solo con la crisis.
Está por ver si se trata de un verdadero congreso refundacional, como reclaman las voces más críticas, o de un simple parche para salir del paso. En este último caso, el PSC corre el riesgo de entrar en un proceso de «valencianización», según la expresión de Josep Ramoneda. Se trata de un fenómeno muy bien conocido en Nafarroa, consistente en la desaparición del partido del mapa político.
El ministro de la Presidencia en funciones, Ramón Jáuregui se reunira hoy en la Moncloa con Soraya Sáenz de Santamaría, designada el lunes coordinadora del PP para el traspaso de poderes.
El próximo presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, ha tenido poco más de la media hora que pidió antes de que los mercados y Berlín le dicten sus quehaceres. La canciller alemana, Angela Merkel, le apremió a que ponga en marcha reformas «sin demora». En una carta, la canciller indica que en «este momento difícil para España y para Europa», la victoria por mayoría absoluta ha de traducirse en la adopción y aplicación «sin demora de las medidas de reforma necesarias». La agencia de riesgos Fitch también reclamó una reforma «estructural y fiscal ambiciosa y radical» que «sorprenda positivamente» a los mercados, a la vez que el banco británico HSBC le exigió «claridad» en sus propuestas. La canciller y el próximo presidente hablaron el lunes por teléfono durante unos veinte minutos, en los que Rajoy garantizó la adhesión del Estado español al euro, así como el cumplimiento de los compromisos financieros, comenzando por los objetivos de déficit, y pidió estudiar la posibilidad de que la se ayude a los países que se pliegan a esas exigencias. Rajoy explicará a Merkel y al presidente francés, Nicolas Sarkozy, sus planes económicos durante la cumbre del Partido Popular Europeo que tendrá lugar en Marsella los días 7 y 8 de diciembre. Lo hará como presidente del PP, al menos protocolariamente, ya que para esas fechas no será aún jefe del Gobierno. GARA
El perdedor en las elecciones, Alfredo Pérez Rubalcaba, guardaba silencio sobre sus planes de futuro mientras comienza a recibir elogios como futuro secretario general del PSOE frente a quienes, como el líder de la sucursal madrileña, Tomás Gómez, piden primarias. Gómez, quien se impuso en las primarias locales ante la candidata de Zapatero, Trinidad Jiménez, no desveló si tiene aspiraciones para presentarse.
Simpatizantes y militantes del PSOE están movilizándose en Twitter para promover la recogida de firmas con el objetivo de que el sustituto de Zapatero se elija en un proceso similar al del PS francés.
Varios dirigentes del PSOE no han escatimado elogios a la figura de Rubalcaba, que, según creen personas de su entorno, reflexiona todavía sobre si optará a suceder al frente del partido a Zapatero.
«Ha hecho una campaña extraordinaria, es lo mejor de lo mejor» y «Andalucía lo quiere», aseguró el presidente de la Junta de Andalucía, Jose Antonio Griñán.
El secretario de Organización del PSOE, Marcelino Iglesias, subrayó que no ve a Rubalcaba, «un político de primerísima dimensión», en un segundo nivel político. Oscar López, secretario general del PSOE en Castilla y León, dejó ver que apoyaría una candidatura del ex vicepresidente.
Tampoco ha desvelado sus intenciones Carme Chacón, quien fue forzada a renunciar a las primarias para elegir candidatura a las elecciones tras un golpe de mano de los barones.
A juicio de la ex ministra Carmen Calvo, quien «hasta hace cuatro días» parecía aspirar a la secretaría general, debería analizar la derrota electoral del PSC.. GARA