El convoy nuclear alemán procedente del Estado frances entró ayer a Alemania por la localidad de Saarbrücken (oeste), de camino al depósito temporal de Gorleben (norte) dejando grandes protestas e incidentes a su paso por el territorio francés.

El convoy, con unas 2.500 toneladas de residuos radioactivos, inició su recorrido por Alemania con gran escolta por las protestas previstas de los movimientos anti-nucleares.

Las fuerzas de seguridad del país confirmaron que el tren, que partió el jueves de la planta de procesamiento de residuos de Valognes (norte de Francia), cruzó la frontera la las 09:05.

El jueves comenzaron las primeras protestas en tierras alemanas con los primeros incidentes, cuando, según fuentes locales, la Policía cargó con cañones de agua contra 800 manifestantes en la localidad de Metzingen (sur). En su transcurso por el Estado francés también los movimientos anti-nucleares franceses se han movilizado en contra del convoy. Días antes de su llegada a Alemania, los manifestantes franceses bloquearon el paso al tren con piedras.

Tras las multitudinarias concentraciones de 2010, estas serán las primeras tras la aprobación del «apagón» nuclear anunciado por la canciller Angela Merkel, tras el impacto que causó en la sociedad la catástrofe de la central nuclear de Fukushima (Japón).

Desde hace años el viaje de este convoy nuclear ha generado importantes protestas del activo colectivo anti-nuclear alemán. Este movimiento ha protagonizado recurrentes manifestaciones en contra de la energía atómica y ha cortado sucesivamente las vías durante el trayecto del tren.