Philippe Montanier se juega mañana su futuro en el banquillo de la Real en el campo del Betis, donde entiende que «una victoria nos haría bien, pero no cambiaría las cosas. Vamos a estar en dificultades toda la temporada. La Liga es como un maratón y después de este partido, quedarán todavía otros 25».

Ante esa respuesta se le planteó si espera estar toda la temporada en problemas y matizó que «en el fútbol nada se puede predecir, pero es mejor prepararse para un año difícil. A corto plazo y en nuestra situación hay que prepararse para luchar para lograr la permanencia».

Apeló al discurso habitual cada vez que se le pregunta por su futuro en el banquillo: «Mi caso personal no es importante. Lo más importante es la Real y el resultado del equipo. En 27 años de profesional he conocido muchas situaciones y la preocupación de la semana es preparar el equipo para el partido».

Pero cuando se le preguntó por el margen que entiende que debe concederse a un proyecto dijo que «tenemos urgencia de conseguir puntos y el objetivo es preparar cada semana cada partido, pero también construir un equipo para el futuro. Estoy persuadido de que hay jóvenes con talento en la Real y con el tiempo el equipo va a mejorar».

Se siente respaldado por sus jugadores tras una semana especial en la que lo han defendido en la sala de prensa y en la que le transmitieron su apoyo en una comida en un restaurante donostiarra. Al respecto dijo que «desde el inicio, en los buenos y malos momentos, he tenido muy buena relación con los jugadores y con el resto de la gente de la Real».

Le plantearon que sus hombres entienden que deben dar más y él también se metió en ese grupo al tiempo que transmitió su confianza en la plantilla: «Todos debemos dar un poco más. Creo en el potencial del equipo mucho. Aunque en estos momentos estemos en dificultades, no puedo olvidar los buenos partidos jugados y el comportamiento de los jugadores».

Los cambios

Lo que ha minado la confianza en Montanier es la cantidad de cambios que realiza cada jornada sin que eso dé ningún resultado positivo. Respondía que «tenemos un bloque muy homogéneo, no hay mucha diferencia entre los jugadores y si pensara que fuera malo hacer cambios no los haría. Con jugadores lesionados y en baja forma, si no diera oportunidades y no cambiara nada y tuviéramos malos resultados se diría por qué no cambio y cuando cambio se dice por qué se cambia. La conclusión es que cuando no se sacan resultados eres un torpe».

Mañana se verá obligado a realizar al menos tres de entrada por las lesiones de Xabi Prieto, Illarramendi y Cadamuro. Recordó que ante el Granada tuvo cinco bajas y se ganó y, ante la falta de laterales izquierdos, señaló que contempla las opciones de Estrada e Iñigo Martínez, por su condición de zurdo.

Montanier entiende que mañana «hay que hacer todo lo posible para ganar, pero si no puedes ganar hay que intentar no perder. Cada punto es precioso. Si ante Mallorca y Levante hubiéramos conseguido empatar, estaríamos en una situación más confortable. El grupo está preocupado, pero no abatido ni tocado, y sí motivado para reconducir la situación».