Siete de cada diez autónomos en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa convive diariamente con el estrés. En concreto, hacer frente a los pagos (91%), la morosidad (82%) y la falta de crédito (93%) son los aspectos del trabajo que mayor tensión propician a los autónomos, según un informe llevado a cabo por la Federación española de Trabajadores Autónomos (ATA).

Junto a estos tres factores, la posibilidad de equivocarse, la asunción de demasiadas responsabilidades por el trabajo de otros y la necesidad de terminar el trabajo en unos plazos determinados son otras causas de estrés entre autónomos.

De hecho, el 62% de ellos ha dejado de dormir bien por estas preocupaciones, que se han acentuado durante la crisis económica, y muchos padecen agotamiento, cambios en el estado de ánimo, trastornos digestivos y dolor en cuello y hombros.

Por ello, el informe sostiene que «el bienestar emocional de los trabajadores autónomos necesita una revisión inmediata», ya que el ritmo diario de trabajo, los problemas económicos y poder compaginar vida familiar y laboral, están repercutiendo severamente en las «condiciones mínimas de seguridad y salud laboral de los autónomos».

A pesar de todo ello y de que nueve de cada diez trabajadores autónomos trabaja más de cuarenta horas a la semana, este colectivo considera que optar por este tipo de trabajo es una forma de autorrealización y satisfacción personal.

Entre los aspectos más valorados figuran el reconocimiento que se obtiene por el trabajo bien realizado y la libertad de elegir su propio método de trabajo. En el lado contrario, el sueldo, la cantidad de responsabilidad y las largas jornadas laborales son los puntos peor valorados.

El estudio, llevado a cabo entre 600 autónomos de todo el Estado español (el 13% de ellos de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa), también concluye que las mujeres autónomas asumen la mayor parte de la carga del trabajo familiar y doméstico, mientras que, en el caso de los hombres, la mayoría sólo se encarga de manera puntual de estas tareas.