Sabino Cuadra Lasarte | Diputado electo al Congreso por Amaiur
Estimada Yolanda Barcina
Con motivo de la invitación a asistir al homenaje que el Gobierno navarro va a brindar a las fuerzas policiales y órganos judiciales del Estado en el marco de la conmemoración del Día de Navarra, el diputado electo por Amaiur Sabino Cuadra recuerda a la presidenta Yolanda Barcina que los homenajeados son también parte del conflicto y que tanto la Policía como la Guardia Civil han sido causantes de numerosas víctimas en esta tierra. Por ese motivo, considera que rendirles homenaje no deja de ser «un auténtico sarcasmo». A juicio del autor, en un momento en el que se ha abierto la posibilidad de conseguir un escenario de paz y de normalidad democrática en Euskal Herria, es necesario poner «todas las verdades» sobre la mesa y abordar un diálogo que afiance el proceso de soluciones.
Acabo de recibir una invitación suya para acudir «al Homenaje a Navarra dedicado a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y Órganos Judiciales, que se celebrará dentro de los actos organizados en conmemoración del Día de Navarra, y que tendrá lugar el próximo 1 de diciembre, jueves, a las 12.00 horas, en el Salón del Trono del Palacio de Navarra». Le agradezco cordialmente el detalle y paso a transmitirle ahora por medio de la presente mi contestación a esta invitación.
A fin de saber con quién me puedo encontrar allí, he ojeado la Ley Orgánica 2/1986, de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, para ver qué es lo que se entiende por tales. Se afirma en ésta que forman parte de las mismas las «fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado», así como también «los cuerpos de policía dependientes de las Comunidades Autónomas» y los de «las corporaciones locales». Releo de nuevo la invitación y veo que el homenaje esta solamente «... dedicado a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado»; es decir, que no son homenajeadas ni la policía foral, ni las policías municipales, sino tan solo el núcleo duro de estos Cuerpos y Fuerzas, o sea, la Policía Nacional y la Guardia Civil. Empezamos bien.
Puede afirmarse sociológicamente que estos dos cuerpos son algo ajeno y extraño a nuestra Comunidad. De acuerdo con los últimos datos que leí, las peticiones de ingreso a los mismos procedentes de Nafarroa eran, junto con los de la Comunidad Autónoma Vasca, los más bajos de todo el Estado. A pesar del paro existente, nuestra juventud no está por la labor de apuntarse a esas oposiciones. La razón es simple: esas fuerzas no son consideradas políticamente como propias, sino como ajenas.
La misma razón de fondo que hizo que Nafarroa fuera la capital mundial de la insumisión en relación al Ejército español y el militarismo, es la que hace que la Policía Nacional y la Guardia Civil sean consideradas en nuestra tierra como la herramienta de un poder extraño que nos impone por la fuerza su orden político y social.
Perteneciendo a la comisión «Sanfermines 78 - Gogoan!», no puedo por menos que recordar la voz de aquel oficial de la Policía Nacional que ordenó por su emisora: «Tirar con todas las energías y lo más fuerte que podáis. No os importe matar». El informe policial reconoció que fueron disparados más de cien proyectiles de fuego real, mil botes de humo y otros tantos lacrimógenos y dos mil pelotas de goma. Germán Rodríguez murió producto de aquella barbarie. Ninguno de aquellos policías, ni de los mandos que les incitaban a matar fueron expedientados, procesados ni condenados nunca a nada. La mayor agresión padecida por Iruñea y por Nafarroa en las últimas décadas fue llevada a cabo por una Policía a la que ahora pretende homenajear su Gobierno.
He puesto el ejemplo de sanfermines, pero podrían ponerse bastantes más. Mencionaré tan solo los más cercanos: Gladys del Estal, en Tutera, muerta por la Guardia Civil en una concentración antinuclear; Mikel Arregi, concejal de Lakuntza, víctima también de la «benemérita», ametrallado en un control; Mikel Zabalza, ahogado en la bañera del cuartel de Intxaurrondo; Mikel Castillo, disparado por la espalda por la Policía mientras huía de ella... Tengo también algún que otro recuerdo personal. Citaré tan solo uno de ellos. En la huelga general que se llevó a cabo en Nafarroa tras la muerte de Mikel Zabalza, fui aporreado a conciencia por la Policía Nacional mientras estaba en el suelo. Después, una vez esposado e introducido en la furgona, un valiente policía, mitad persona, mitad armario, me golpeó con saña en la cara y la nariz ocasionando mi traslado al Servicio de Urgencias del Hospital donde, por suerte, comprobaron que no tenía nada roto. Mi denuncia en el Juzgado, a pesar de contar con una testigo que vio todo, no sirvió para nada. Ni siquiera me notificaron nunca qué trámite se dio a la misma. ¡A tal policía, tal justicia!
Rendir homenaje a Navarra dedicando el acto a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado no deja de ser un auténtico sarcasmo en el día de hoy. Sería mejor que Vd., Sra. Yolanda Barcina, imitando en alguna medida a su colega derechista y actual primer ministro de Gran Bretaña, David Cameron, quien ha reconocido «lo injustificado e injustificable» de la masacre realizada por el Ejército británico en Derry, Irlanda, en el «Domingo sangriento», admitiera también algo parecido en la actuación policial en los casos antes mencionados: sanfermines-78, Gladys del Estal, Mikel Arregi, Mikel Zabalza, Mikel Castillo...
Tras el Acuerdo de Gernika y la Declaración realizada por la Conferencia Internacional de Paz en Donostia, la organización ETA ha acordado poner fin a su lucha armada. Se ha abierto la posibilidad de conseguir un escenario de paz y normalidad democrática en nuestro pueblo.
El proceso está en marcha, pero hace falta que quienes no han dado aún paso alguno en esta dirección -el Gobierno y los principales partidos: PP, PSOE- comiencen a darlos: libertad para presos y presas gravemente enfermos y para quienes han cumplido las 3/4 partes de sus penas; acercamiento de todos ellos a Euskal Herria; acabar con la política de ilegalizaciones; derogación de las leyes y tribunales de excepción...
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han sido parte activa y pasiva del conflicto armado que hemos vivido en nuestro pueblo. Las siempre desgraciadas muertes no se han contado únicamente entre sus filas, sino que también han sido producidas por ellas.
Por eso es preciso que todas las verdades, sin dejar ninguna fuera, sean puestas encima de la mesa para que pueda comenzar un diálogo que conduzca a acuerdos que posibiliten afianzar ese proceso de paz y normalización democrática que ya ha comenzado.
Por todas las razones expuestas, considero que el acto de homenaje a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado no camina en esta dirección, ni se ajusta al papel real que éstos desempeñan hoy en Nafarroa. Es por eso que declino aceptar su invitación y le ruego transmita a los presentes en ese homenaje las razones de mi decisión. Atentamente.