El alavés Santiago Abascal es uno de esos ejemplos en los que el dinero invertido en una universidad privada podía haber tenido un destino mucho más provechoso. Págale a tu hijo la carrera de Sociología en Deusto para que luego no sepa más que repetir todo el rato la misma consigna como un lorito. Ayer firmaba un «análisis» en «La Razón» a cuenta de una información que el diario derechoso titulaba de esta guisa: «Interior prepara un informe de ETA para el PP sin contar con los expertos». Con expertos se referían a Guardia Civil y Policía, y con «informe de ETA» servidora supone que querían decir «sobre ETA». Pero vamos al grano: el presidente de la Fundación para la Defensa de la Nación Española -¡toma nombrecito!- sostiene que «al Gobierno actual nunca le han interesado los informes técnicos de la Guardia Civil ni de la Policía, especialmente los de la Guardia Civil. No en vano, dichos informes han sido permanentes obstáculos en las intenciones negociadoras y claudi- cantes del gobierno socialista, y han sido una china en el zapato a la hora de relegalizar a la ETA política». Abascal se refiere a los informes que Rubalcaba, Conde Pumpido y compañía han utilizado para, por ejemplo, mantener en la ilegalidad a la izquierda abertzale. Pero ya saben, lo suyo es la consigna.

El ex parlamentario del PP en Gasteiz, a quien por sus pintas un tricornio en la cabeza le vendría que ni pintado, esboza una teoría conspirativa y afirma que «si el Ministerio del Interior no pide informes a la Policía y a la Guardia Civil significa que se los está pidiendo a los mediadores internacionales», para añadir que «en realidad se conocen las intenciones de la banda, que son las de siempre: la separación y la destrucción de la convivencia nacional. El Gobierno sabe que ETA está ganando tiempo para obtener el poder en el gobierno vasco. Cuando ese poder autonómico no logre esos objetivos el terrorismo volverá y el gobierno lo sabe. Por lo tanto, sólo puede haber una intención, dejar el campo minado al futuro gobierno de España». Abascal acelera tanto por la derecha que hasta a los suyos les parece un kamikaze. Viéndole y leyéndole, ¿alguien podría explicarme qué diferencia hay entre este personaje y el ultra Ynestrillas? Eso mismo pensaba una servidora.