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Una nueva crisis en la relación de amor-odio entre EEUU y Pakistán

Las duras críticas y amenazas por parte de Pakistán en represalia por el bombardeo estadounidense contra sus soldados tienen eco en Washington, donde algunos elevan el tono contra Islamabad. EEUU y Pakistán se miran con recelo pero se necesitan. El régimen paquistaní precisa de su ayuda económica y de su sostén diplomático para mantener se en el poder. Y EEUU necesita al régimen como custodio del arsenal nuclear y freno a un triunfo islamista.

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GARA | ISLAMABAD

La muerte en bombardeo aliado -léase estadounidense- de 24 soldados paquistaníes ha puesto en un brete al régimen de Islamabad, que ha respondido elevando el tono. Sectores en Washington no le van a la zaga y siguen aireando la desconfianza que les genera Pakistán.

Islamabad ha bloqueado el paso de los convoyes de avituallamiento de la OTAN a Afganistán y ha amenazado con dejar de suministrarle combustible. Ha exigido a los soldados estadounidenses que abandonen en 15 días la base que ocupan en Shamsi, en el sudoeste del país.

La crisis ha estallado justo cuando las relaciones entre los dos países comenzaban a restaurarse tras llegar al nivel más bajo el pasado 2 de mayo, cuando un comando estadounidense transportado en helicópteros y oficialmente en secreto capturó y mató al líder espiritual de Al Qaeda, Osama Bin Laden, en Abottabad (norte de Pakistán),

Este suceso provocó la escenificación de una grave crisis. Washington criticó que Bin Laden se hubiera escondido durante años en Pakistán. Islamabad denunció la violación de su soberanía territorial.

Cierto es que las relaciones entre ambos países van de crisis en crisis y que la desconfianza gana enteros.

El general retirado Barry Mccaffrey ha aconsejado a EEUU calmar los ánimos con un país crucial para su campaña afgana. «Debemos hablar con ellos, pagar y presentar nuestras excusas. No nos queda otra opción».

Más leña al fuego

No faltan, sin embargo, quienes insisten desde Washington en echar más leña al fuego. El general Carsten Jacobson, portavoz de la ISAF, denuncia que «los rebeldes (afganos) utilizan la zona fronteriza para esconderse, moverse entre ambos países y atacar desde ambos lados».

Los analistas paquistaníes contraatacan denunciando la falta de cooperación operacional en esa zona fronteriza

El senador republicano Jon Kyl insiste en advertir que los paquistaníes deben cooperar y callar si quieren que Washington mantenga los miles de millones de ayuda que otorga a Islamabad desde hace 10 años.

Islamabad, por contra, amenaza con revisar su cooperación en la «lucha antiterrorista».

Pese a esta carrera de declaraciones, los analistas coinciden en que ambos países se guardarán muy mucho de llegar a la ruptura. «Eso está fuera de lugar», destaca el periodista paquistaní Imtiaz Gul, quien recuerda que Pakistán sigue permitiendo los bombardeos con drones en su territorio.

Ya hay quien augura que Pakistán desbloqueará en breve el paso por su frontera de suministros a Afganistán a cambio de un compromiso por parte de EEUU de que no se repita un incidente similar al del bombardeo contra sus soldados.

china

China, un aliado clave de Pakistán y considerado el principal contrapeso a la influencia estadounidense en la región, se declaró «profundamente consternada» por el bombardeo aliado y reclamó una investigación

Niegan que el Ejército paquistaní atacara primero

La tensión persistía ayer mientras desde Washington se propagaba la versión de que el Ejército paquistaní habría abierto fuego antes de ser atacado por los aviones estadounidenses de la OTAN.

Mientras la misión aliada en Afganistán (ISAF) se refugiaba en una «investigación en curso», el diario estadounidense «Wall Street Journal» citaba a responsables afganos y occidentales para asegurar que habrían sido los disparos de los soldados paquistaníes los que provocaron el posterior bombardeo. Ni Kabul ni la ISAF ni el propio Washington hicieron comentario alguno sobre esas supuestas informaciones.

Estas informaciones alimentaron la ira del Ejército paquistaní. «No es verdad; están fabricando excusas», aseguró el general Athar Abbas. «Si eso fuera cierto, ¿dónde están sus bajas?», ironizó en referencia a la OTAN. Soldados supervivientes del ataque citados por el diario británico «The Daily Telegraph» rechazaron asimismo la versión estadounidense e insistieron en que fueron víctimas de un ataque no provocado.

Por tercer día consecutivo, manifestaciones contra EEUU congregaron a miles de personas en las principales ciudades paquistaníes, exigiendo al Gobierno de Islamabad que ponga fin a su alianza con Washington. GARA

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