Cuando vi que Webber se había clasificado segundo el sábado por detrás de Vettel, algo dentro de mí me hizo pensar que el australiano podría hacerse finalmente con una victoria este año. Mi intuición me decía que Vettel le regalaría la victoria a Webber para que este pudiera probar un poco del sabor del triunfo. Como ya sabéis, a día de hoy no hay ningún artículo en el reglamento que prohíba las órdenes de equipo, por lo que no debería de extrañarnos que RedBull pidiera a Vettel que dejara pasar a Webber en la última vuelta para darle esa victoria que tanto le ha costado este año.

Esa petición hubiera sido totalmente legítima; otra cuestión es que Webber hubiera hecho en esa situación por proteger su orgullo propio. Hubiera rechazado una victoria en bandeja desobedeciendo la orden de equipo por evitar la humillación?

Curiosamente la consecuencia de lo que el domingo sucedió fue la misma que había sospechado ya el sábado. En cambio las causas fueron distintas, pues no hubo falta de órdenes de equipo para llegar a ese escenario. Desde las vueltas iniciales Vettel sufrió problemas con su transmisión, hasta que fue adelantado por Webber en la vuelta 29. Lo que es realmente increíble es que a pesar del estado de su caja de cambios, Vettel fuera capaz de llegar a meta segundo.

Ya en la fase inicial de la carrera su ingeniero le pedía que evitase usar la 2ª y la 3ª marcha, lo cual le limitaba a usar sólo las marchas largas. Al parecer la caja del alemán empezaba a perder aceite gradualmente desde la vuelta 5. En tal situación, el sentido común nos diría que no le resultaría imposible terminar la carrera. Al contrario de lo esperado, parece ser que la velocidad de pérdida de aceite se ha estabilizado en un nivel consistente. El pilotaje adaptado de Vettel sumado a la eficaz comunicación con sus ingenieros ha permitido a Vettel minimizar los efectos de este problema. La carrera de Vettel habrá recordado a algunos a la épica actuación del brasileño Ayrton Senna en 1991 en el mismo circuito, donde consiguió ganar a pesar de sufrir un problema similar con su caja.

Dada la inhabitualidad del problema de Vettel el hecho de que su problema ha permitido a Webber ganar y hacerse con el tercer puesto en el campeonato por delante de Alonso, hay quien insinúa que lo visto en Brasil ha sido un teatro montado por el equipo. Estas teorías de conspiración apuntan a órdenes de equipo encubiertas para que Webber se llevase su parte de gloria. En otras palabras, que el problema de Vettel fue simulado. Insinuar es gratis y además vende... pero ¿en qué se sostienen estas teorías? ¿En qué datos? La conspiración en este caso carece de sentido alguno... simplemente no es necesaria. Insisto en que las órdenes de equipo están permitidas. Es decir, que a RedBull no le hace falta montar ningún circo para hacer que Webber gane.

Por otra parte, hay datos reales (y estos sí que existen), que demuestran que el problema de Vettel era real. Por último, ¿alguien cree que cuando en la F1 se emplean órdenes de equipo, se hace para compensar con su parte de gloria al piloto porque no ha ganado ninguna carrera esta temporada? Si en algún momento se recurre a órdenes, no se hace precisamente para complacer al piloto, aunque esta pueda ser una consecuencia positiva. Se hace por conseguir más puntos, mejorar la clasificación general y defender los intereses del equipo.

Para RedBull en Brasil significaba asegurar el tercer puesto de Webber en el Mundial por delante de Alonso. Por esto, las acusaciones de haber empleado órdenes de equipo no se basan en ningún argumento lógico, sino en un análisis algo superficial y bastante sensacionalista.

Antes de que se me olvide aprovecho para aclarar el tema del misterioso pinchazo de Vettel en Abu Dhabi. Seguro que hay más de una teoría de alguna otra conspiración para explicarlo, quizás alguien le puso chinchetas en la salida... Bromas aparte, mi teoría es algo distinta: no es ningún secreto que el RedBull ha empleado gases de escape del motor para distintos fines desde hace ya más de un año. Uno de ellos era calentar los neumáticos traseros a su punto óptimo para disponer de mayor tracción en la salida. Probablemente el gas caliente transmite el calor al neumático a través de la llanta, por lo que la rueda se calienta de dentro hacia fuera. Si se calientan los neumáticos en exceso por dentro, el hombro de la banda de rodadura se debilita y se convierte en muy susceptible a roturas en esa zona.

Es más que probable que durante el procedimiento de salida en Abu Dhabi el coche de Vettel calentara los neumáticos durante más tiempo de lo habitual, lo cual habría provocado el pinchazo en la primera vuelta. Seguro que alguien de vosotros recuerda un par de pinchazos misteriosos que Vettel sufrió en febrero durante la pretemporada. Se comenta que era por la misma causa, dado que el sistema es bastante complejo de calibrar. Este ha sido uno de los secretos mejor guardados de RedBull, y uno de los motivos por los cuales Vettel ha completado tantas buenas salidas esta temporada.

La temporada más larga de la historia de la F1 ha terminado. Pero esto nunca para, la rueda sigue girando continuamente. Ahora es cuando el trabajo detrás del telón, lejos de los focos, adquiere más protagonismo que nunca. Las decisiones que estos días se están tomando en las oficinas técnicas de cada equipo están escribiendo las letras del nombre del campeón de 2012.

Si pudiera pedir un deseo sería que el McLaren y el Ferrari se acerquen al RedBull en rendimiento, que el dominio de RedBull deje de ser tan autoritario. La última media vuelta de tuerca la va a poner el calendario, que vuelve a ser el más denso jamás conocido en este deporte (21 carreras).