Tras el tímido rebote del viernes, en el que apenas hubo una pequeña reacción al alza, la respuesta positiva fue más contundente en el conjunto de los índices durante la sesión de ayer. La base de este violento movimiento es, sin embargo, endeble, dado que el panorama de la semana pasada en nada ha cambiado y siguen sin definirse, de una vez, las políticas de auxilio a los estados con problemas de deuda y las medidas para evitar la anunciada recesión. Tampoco acompañó el volumen de negocio. Además, el FMI desmentía la aprobación de una línea de liquidez a Italia, Moody`s amenazaba con rebajar el ráting a la eurozona y la OCDE daba otro brochazo de pesimismo al hacer malas proyecciones para la economía europea. Sin datos ni hechos a contrastar, la conjunción de la sobreventa y la esperanza de una intervención drástica en Europa fueron los únicos combustibles para el inopinado salto. El Ibex avanzó un 4,59%, su cuarta mayor subida del año, para acabar en los 8.119,90 puntos. En París (+5,46%), Fráncfort (+4,60%) y Londres (+2,87%) recorrieron el mismo camino. En el Ibex, 19 valores recuperaron más de un 4%. Los mejores fueron ArcelorMittal (+7,42%), Banco Popular (+6,76%) y FCC (+6,63%). Fue un día redondo para los pesos pesados, con fuertes alzas en BBVA (+6,10%), Santander (+5,27%), Repsol (+5,23%), Telefónica (+5,09%) e Iberdrola (+4,80%). En París, Axa (+13,11%), BNP Paribas (+10,33%), Société Générale (+9,60%), Carrefour (+9,15%) y Crédit Agricole (+8,88%) lideraban las ganancias. Hasta 30 firmas mejoraron en más de un 4% sus cotizaciones.