Crónica | Semana de prevención de residuos
La prevención de residuos con el cero como objetivo
La prevención de residuos: un pilar de una estrategia de Residuo Cero. Un reto que sirvió de titular a la conferencia ofrecida ayer en Donostia por el catalán Joan Marc Simon, coordinador de la red Residuo Cero en Europa.
Ana ABARIZKETA
Al hilo de la Semana Europea de Prevención de Residuos celebrada durante estos días, la Diputación de Gipuzkoa puso en marcha una serie de iniciativas que culminaron ayer con la charla ofrecida en la capital donostiarra por Joan Marc Simon, coordinador de Basura Cero en Europa y GAIA (Alianza Global para Alternativas a la Incineración).
Con una casi repleta sala del Koldo Mitxelena como testigo, el experto catalán contó entre sus espectadores con técnicos de Medio Ambiente de diversas localidades vascas y representantes de asociaciones implicadas en la materia. El diputado de Medio Ambiente de Gipuzkoa, Juan Carlos Alduntzin, y la directora del departamento foral, Ainhoa Iraola, acompañaron en la mesa a Simon. Antes de dar comienzo a la charla, Alduntzin tomó la palabra y explicó que dentro de la prevención de residuos poco, o prácticamente nada, ha sido enfocado desde las instituciones a la estrategia de residuo cero.
Juan Marc Simon explicó el valor que tiene el hecho de centrar los esfuerzos en la prevención, además de ofrecer ejemplos reales llevados a cabo en algunos rincones de Europa. Explicó que esta Unión Europea, sumergida de lleno en una crisis económica y financiera muy grave, está cambiando sus políticas dirigidas cada vez más a la prevención. Por ello, consumir de una forma más racional y comprar sólo lo necesario, además de reciclar todo lo posible, serán las claves a seguir en adelante.
Simon puso como ejemplo práctico a Flandes, donde se ha desarrollado la política más exitosa en la gestión de residuos en Europa. Desde los años 90 han mantenido la tasa de incineración constante, porque la infraestructura ya estaba hecha, y han incrementado las estrategias de prevención, incrementando el reciclaje y consiguiendo que durante los años 2000 y 2007 no aumentase la generación de residuos, en una época de crecimiento económico. Y todo ello gracias a esas políticas de prevención.
Dentro de las estrategias de prevención, Simon diferenció entre tres categorías. Por una parte, las estrategias informativas, enfocadas a cambiar comportamientos o el uso de campañas del tipo «Publicidad no», que según indicó ha reducido sustancialmente el uso del papel. Por otro lado están las estrategias promocionales, entre las que se encuentra el consumo directo, que se centra en la venta por parte del productor que evite el embotellamiento del producto. Por último, están las estrategias regulatorias, que giran en torno a la prohibición de productos como las bolsas de plástico, que se ha llevado a cabo en San Francisco (EEUU) o Manila (Filipinas), o el hecho de obligar a reciclar, como se hace en Bruselas.
Separación y tratamiento
Para llevar a cabo la estrategia de residuo cero son dos los pasos que cobran especial importancia: la separación y el tratamiento. Joan Marc Simon subrayó que la experiencia demuestra que conseguir un 70% de recogida selectiva es totalmente factible y, volviendo a Flandes, añadió que su recogida selectiva está por encima del 82%. Respecto al segundo paso, prima la reducción de la fracción residual, con la maximización de los usos de los materiales y no su destrucción. Por ello, criticó que aquí todavía sea más caro reciclar que enviar los residuos al vertedero o a la incineradora.
En el ámbito municipal, apostó por la recogida selectiva del puerta a puerta, además del compostaje y el reciclaje. Como ejemplo colocó la localidad italiana de Capannori, donde, más allá del puerta a puerta -en Italia existen más de 1.500 municipios que cuentan con este sistema- han maximizado las estrategias de prevención. Cuentan con una experiencia piloto como un establecimiento que vende los productos a granel, sin embalaje, originados a 70 kilómetros a la redonda. El proyecto iniciado hace dos años ya cuenta con peticiones para expandirse a 60 franquicias. Y eso únicamente en Italia.
Al final de la charla, Alduntzin tomó la palabra para señalar que en Gipuzkoa hay una gran labor por hacer en el tratamiento de residuos, una labor que debe de abordarse en cada ayuntamiento. Señaló que el objetivo es simple: recoger bien los residuos que se crean en el herrialde y darles el tratamiento que requiere. «Hasta el momento hemos vivido en otro mundo», comentó el diputado, quien advirtió de que el problema del consumismo tiene un límite y hay que darle ya una solución.