El Gobierno de Kuwait presentó ayer su dimisión en pleno ante el emir, el jeque Sabah al Ahmad al Sabah, después de que tanto los manifestantes como los diputados de la oposición reclamaran la dimisión del primer ministro, el jeque Nasser al Mohammad al Sabah, a quien acusan de corrupción

El presidente del Parlamento explicó ante los periodistas que la dimisión se produjo tras un encuentro entre el emir y los miembros del Gobierno, pero precisó que no se le ha comunicado ninguna decisión referente a la disolución de la Cámara.

Según informó el diario «Al Watan», el emir se reunió ayer mismo de emergencia con el Ejecutivo a fin de intentar evitar un agravamiento de la crisis de Gobierno, acentuada por la reciente dimisión de tres ministros (Justicia, Salud y Desarrollo) a causa de su inconformidad con la política gubernamental y por el incremento de las protestas que, desde hace meses, protagonizan una vez por semana cientos de personas ante la sede del Parlamento para reclamar la dimisión de Nasser.

La situación empeoró cuando el 17 de noviembre, miles de manifestantes entraron por la fuerza en el Parlamento después de que la Policía emplease la fuerza para disolver una marcha que pedía la renuncia del jefe del Gobierno. El emir dijo que no iba a permitir la dimisión del primer ministro o la disolución del Parlamento. Asimismo calificó de «día negro» la breve ocupación del Parlamento.

En octubre, las protestas motivaron la renuncia del ministro de Asuntos Exteriores, Mohamed Salem al Sabah, vinculado a una supuesta trama de corrupción en la que miembros del Ejecutivo habrían pagado sobornos a parlamentarios para «ganar su lealtad».

La oposición había tachado de inconstitucional que el Gobierno bloquease una pregunta parlamentaria al primer ministro, al que ya habían advertido de que si no se ofrecía a responder ayer mismo iniciarían una nueva campaña de movilizaciones.

Desde que Nasser se convirtió en primer ministro, en 2006, se ha revisado en siete ocasiones la composición del gabinete y el emir, que designa a prácticamente todos los miembros del Gobierno, se ha visto obligado a disolver tres veces el Parlamento y convocar elecciones anticipadas. El anterior Ejecutivo dimitió en marzo para evitar las preguntas contra tres ministros.