El debate de política general, conocido como Pleno de Santa Catalina, comenzó el domingo con la exposición de intenciones para 2012 del diputado general de Araba, Javier de Andrés, quien ayer, tras escuchar las réplicas de la oposición, debió sentirse preocupado, ya que quedó patente que el PP no cuenta con la mayoría suficiente en la Cámara foral para sacar adelante sus principales proyectos.

El reparto de las Juntas Generales tras las elecciones de mayo dejó al PP en una situación de clara minoría con 16 escaños, mientras que el PNV obtuvo 13, Bildu 11, el PSE 9 y EB 2.

Los grupos de la oposición advirtieron ayer a De Andrés de que no respaldarán las privatizaciones de servicios sociales que, como denunciaron, plantea el Gobierno foral, lo que el diputado general negó, tal como indicó la agencia Efe.

El rechazo a las privatizaciones fue una de las cuestiones en las que los portavoces del PNV, Bildu, PSE y EB coincidieron durante sus intervenciones, en las que también reprocharon a De Andrés que se olvidara de las personas desempleadas durante su discurso dominical.

Éste había hecho un llamamiento a la oposición para alcanzar consensos, especialmente en materia presupuestaria y en torno a las denominadas vacaciones fiscales. Sobre este tema, el portavoz del PNV, Ramiro González, se mostró ayer dispuesto a lograr amplios acuerdos, pero para ello exigió a De Andrés que rectifique «de inmediato» sus políticas y que defienda las competencias y gestión de la Diputación frente a los continuos «ataques» del lehendakari Patxi López para intentar socavar las competencias de las instituciones forales.

Entidades locales

El portavoz de Bildu, Gorka Ortiz de Ginea, calificó de «caduco» el discurso del diputado general, a quien comentó que «no puede permanecer impasible ante los cambios en el escenario político» o «sordo ante los cambios en la sociedad vasca».

La coalición soberanista también acusó a la Diputación de que «mientras a las entidades locales con problemas se les niega cualquier solución en presupuestos, nos encontramos la financiación excepcional de obras para 17 ayuntamientos que, vaya casualidad, se corresponden con alcaldías de un único partido. Volvemos a los tiempos del hombre del maletín».