La Policía acusa de formar «bandas latinas incipientes» a los detenidos en Iruñerria
La operación contra presuntas bandas latinas llevada a cabo en Iruñerria tuvo carácter «preventivo», según fuentes policiales. En total fueron detenidas veintiocho personas, siendo doce de ellas menores de edad.GARA | IRUÑEA
La operación policial Corona, dirigida contra varias «bandas latinas» y que se desarrolló en Iruñerria la semana pasada, tendría «fundamentalmente» carácter «preventivo», según declaró ayer, en una rueda de prensa que tuvo lugar en la capital navarra, el comisario principal del área de Investigación Criminal de la Policía Foral, Juanjo Salaberri. Tal y como puntualizó, se trataría de «organizaciones incipientes, no totalmente desarrolladas». Por eso, anunció que los distintos cuerpos policiales «seguirán trabajando para poner a disposición judicial a los miembros de estas bandas».
Del total de veintiocho detenidos, dieciséis son mayores de edad y todos ellos fueron puestos en libertad con cargos tras prestar declaración judicial durante el fin de semana. De los otros doce, tres han ingresado en centros de internamiento para menores, mientras que el resto ha quedado en libertad. La edad de los arrestados oscila entre los 15 y 22 años.
El operativo policial comenzó el pasado miércoles, cuando se realizaron quince detenciones. A los componentes de este primer grupo se les presentó como miembros de los «Latin Kings». Al día siguiente, la Policía Municipal de Iruñea, junto con agentes de la Policía Foral, arrestaron a trece presuntos integrantes de otras dos bandas «Blood» y «901», a las que las fuentes policiales sitúan como rivales de los «Latin Kings».
Unidades especializadas
Durante la citada rueda de prensa, Simón Santamaría, el polémico jefe de la Policía Municipal de la capital navarra, indicó que los detenidos tenían antecedentes por delitos y faltas por agresiones físicas. Añadió que en los registros que se realizaron en sus domicilios los agentes requisaron armas blancas, objetos contundentes como bates de béisbol y otros efectos que serían propios a la actividad y simbología de estos grupos.
Los mandos policiales señalaron que la operación tuvo su origen en los problemas que habían generado en las últimas fechas esas bandas y en las modificaciones del Código Penal realizada el año pasado, que permite perseguir a sus miembros «por la mera pertenencia a una organización o grupo criminal». Ambos cuerpos cuentan con unidades orgánicas especializadas en este tipo de casos, en los que llevan trabajando desde 2005, la Policía Municipal, y desde 2006, la Policía Foral.
En cuanto a su manera de actuar, Simón Santamaría señaló que «intentan emular lo que hacen las bandas latinas en otros países, imitando su simbología».
La operación Corona se desarrolló los días 23 y 24 de noviembre. En ella fueron detenidos quince presuntos miembros de «Latin Kings» y trece de las bandas «Blood» y «901», rivales estas dos últimas de la primera, según la versión policial.
Los informes policiales indican que este tipo de grupos están compuestos por jóvenes de entre 14 y 22 años. Tras la reforma del Código Penal pueden ser perseguidos «por la mera pertenencia a una organización o grupo criminal».