Aunque parezca asombroso, se rumoreó de manera muy constante e interesada que en el pasado consejo de ministros se iba a dar luz verde a la conocida como Ley Sinde. A fecha de hoy, ese marrón se lo han dejado a los próximos inquilinos, que, entre otras muchas cuestiones, tiene un problema efervescente en cuanto esa ley, esta nefasta ministra que tiene relación directa con la empresa de chacinería llamada SGAE donde hay (¿se puede decir ya, había?) mucho chorizos por despacho cuadrado. Y es que la Ley Sinde, abortada, es la que quería regular las descargas en internet a base de represión, medidas supuestamente anticonstitucionales porque se toman decisiones sin pasar por el juez, incomprensión y alineamiento con una parte del conflicto, una parte muy interesada.

Sabido como sabemos que el yerno del Borbón había tenido relaciones comerciales con lo que parece se había convertido en una pandilla mafiosa comandada por Teddy Bautista, el que el gobierno saliente, en funciones, no hay que olvidarlo, o parte de él, hubiera pretendido (¿tiene todavía alguna oportunidad de hacerlo?) aprobar esa ley como última coletilla en su descerebrada gestión gubernamental,es signo de que el presidente Zapatero ha pactado con el diablo para pasar a la historia con una nota excelente como un error histórico descomunal.

Cuentan que hubo bronca en el consejo de ministros, porque se formaron dos bandos, en favor y en contra de la aprobación. Y es que no es para menos, tener en tu conciencia para toda la vida haber firmado como miembro de ese consejo el acta de vía libre para esa ley obsoleta, apoyada solamente por el PP yo creo que simplemente para fastidiar al PSOE. Como es lógico, la comunidad de internautas se puso de nuevo en pie de guerra, y no es para menos.

Que este equipo de ministros de segunda o tercera regional se vayan de una vez, que ya han hecho suficientes tropelías en todos los campos, muy especialmente en este y ya veremos si Mariano y Los Silenciosos la aprueban, la cambian o se olvidan de ella hasta que se aclare un poco el panorama de las SGAE. Porque las prioridades cambian cuando se está en el gobierno o en la oposición.