Ayer en las calles de Euskal Herria era palpable la indiferencia hacia la celebración de la Constitución española, en las conversaciones, en el ambiente. Y paradójicamente, las referencias a la Constitución procedían de quienes manifestaban su rechazo a la misma. Muchos ciudadanos la recordarían precisamente por los numerosos actos que denunciaron esa ley impuesta que niega los derechos de los vascos.

Pero tampoco en Madrid se percibió euforia alguna en el aniversario de la Carta Magna, y la celebración del Congreso de los Diputados de Madrid fue un fiel reflejo de la crisis política, económica e institucional del Estado español. La casi exclusiva asistencia de PP y PSOE se centró en la crisis económica. Se habló de Europa y poco de esa Constitución que en su día presentaron como la más avanzada del mundo. En tan «importante» día, en el Congreso de los Diputados español destacaron más las ausencias. Izquierda Unida sólo hizo acto de presencia para denunciar que los dos grandes partidos españoles han devaluado «totalmente» la Constitución; los catalanes, entre ellos CIU, que en esta ocasión no envió ni una representación, no acudieron, al igual que los tres grupos abertzales con representación en Madrid. Ese fue el triste balance de una jornada que a pesar de su publicitación no pudo esconder el mal momento que atraviesan el Estado y su clase política, que recientemente reformaban su flamante e intocable Constitución por orden de Alemania y el Estado francés.

En Euskal Herria, junto a la indiferencia, se hizo notar la denuncia de la imposición de una ley que en su día rechazaron los vascos con numerosas iniciativas, como las de los sindicatos abertzales e incluso instituciones como la Diputación de Gipuzkoa y numerosos ayuntamientos que trabajaron con normalidad. Y se hizo patente, asimismo, la demanda de una opción hoy negada por la Constitución española, la independencia, en un momento en el ha quedado más claro que nunca que la dependencia de las decisiones de Madrid, además de un rapto de la voluntad de los vascos, es una rémora para el desarrollo de este país.