Los jóvenes de Zaramaga ocuparon ayer una lonja de 800 metros cuadrados en desuso. Una veintena de personas se hizo con un nuevo espacio autogestionado en corazón del barrio, una lonja -la antigua Escuela de Artes y Oficios- donde comenzar a retomar todos los proyectos que quedaron truncados con el desalojo, hace ya dos años, de Zaramazulo.

La ocupación del local comenzó a las 14.00 cuando un grupo de jóvenes decidió entrar en el interior del la escuela. Tal como recuerda Ane, la voz encargada de narrar lo que ocurría en el interior de la lonja durante la ocupación, la llegada de la Policía Municipal no se hizo esperar. A los cinco minutos, las primeras patrullas se hicieron con el control de la calle Fernando de Rojas, cercando los alrededores e identificando a todas aquellas personas que permanecían apostadas en el exterior.

El cerco policial se mantuvo hasta las 16.00 cuando, para sorpresa de los presentes, hicieron su entrada en escena los miñones. La llegada de los mismos sirvió para abrir el fuerte cordón policial establecido por la los municipales y para conocer el nombre del propietario: la Diputación alavesa.

«Va haber leña»

Los agentes de la policía foral abrieron el cerco establecido por los municipales y permitieron que los jóvenes que esperaban en el exterior suministraran provisiones a los que permanecían encerrados. Es más, tras rellenar una serie de papeles y cruzar unas palabras con los responsables de la ocupación, locales y forales optaron por retirarse.

Durante diez minutos no hubo policía en el exterior. Sin embargo, la calma se vio interrumpida sobre las 17.00, cuando media docena de patrullas de la Ertzaintza tomaron la calle porra en mano, bajo la amenaza de una carga policial. El agente responsable del operativo se dirigió a los congregados en las inmediaciones para proclamar: «Marchaos o va haber leña».

La presencia de la policía autonómica se dilató durante una hora. Los agentes optaron por abandonar el barrio de Zaramaga, cuando los jóvenes que permanecían en el exterior se disponían a repartir un comunicado. Tras cuatro horas de encierro, se abrió el portón y todos posaron para la foto frente a la puerta del nuevo local autogestionado de Zaramaga.