GARA > Idatzia > Kirolak> Pilota

Final del Cuatro y Medio

La impaciencia del campeón

Juan Martínez de Irujo realizó su último entrenamiento previo a la final en Bilbo, ayer junto a Abel Barriola.

p036_f02_148x108.jpg

Jon ORMAZABAL

Juan Martínez de Irujo realizó ayer junto a un sparring de lujo como Abel Barriola el que, esta vez sí, será su último entrenamiento en el Bizkaia previo a la disputa de la final contra Aimar Olaizola este domingo. El de Ibero evidenció ayer que la espera se le está haciendo especialmente larga, que está impaciente por jugar, pero en su círculo más cercano y entre los pelotaris que han compartido las últimas sesiones con el vigente campeón de la distancia, la sensación es de que el de Aspe sigue estando a tope, que sigue en un momento dulce de juego.

El de ayer fue su quinto entrenamiento previo a la final en Miribilla y los kilómetros, la tensión y la incertidumbre han hecho mella en el de Ibero, que ayer no terminó del todo satisfecho con sus sensaciones en el último test. «No ha sido el mejor día de todos, ha habido días en lo que me he ido a casa con mejores sensaciones pero bueno, es lo que toca. Unos días entrenas bien, otros mal y ahora lo único que quiero es que llegue el domingo ya», señaló.

Tercera espera

Para Juan Martínez de Irujo, que hasta ahora nunca ha solicitado el aplazamiento de ninguna de sus finales, ésta es la tercera ocasión en la que debe esperar a un rival -lo hizo con Xala en el Manomanista de 2004 por una gastroenteritis y con Barriola en la jaula de 2006 por un esguince de tobillo-, y se le está haciendo especialmente larga. Y es que, ayer mismo se cumplió un mes desde que, tras ganar a Barriola en Eibar, está clasificado para la final y los dos aplazamientos han trastocado su preparación inicial, jugando dos partidos por parejas para no perder ritmo, al margen del partido ante Xala en la jaula.

«Esta vez ha habido tantos días previos... Tienes los nervios de la final y van, te los quitan de un plumazo, y te llevas un poco de batacazo. Luego empiezas a notar otra vez los nervios en el cuerpo y es lo que me hace falta, después de la relajación de la semana pasada, es bueno tener un poco de nervios y así me voy metiendo en la final. Tener esos nervios también ayuda a entrenar mejor, a tener esa tensión para estar más centrado y a ver si me empieza a picar de nuevo el gusanillo», explicó.

De aquí al domingo, al de Ibero le resta por realizar una sesión física diseñada por Aritz Altadill, acudir a la elección de material programada mañana al mediodía y tratar de controlar esas mariposas que empiezan a revolotear en el estómago, necesarias, pero que también pueden hacer pasar algún que otro mal rato.

Un mes

Ayer se cumplió un mes desde que el vigente campeón de la jaula consiguió su pase a esta final, tras imponerse precisamente a Abel Barriola, su sparring ayer, en el Astelena.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo