Por cuarta vez en seis años, el emir de Kuwait, jeque Sabá al Ahmad al Jaber al Sabá, ordenó la disolución de la Asamblea Nacional ante el «deterioro» de la situación en el país y defendió la necesidad de que los kuwaitíes vayan a las urnas, si bien no fijó una fecha para los comicios.

«Debido al deterioro de las condiciones que llevaron a la obstrucción de procesos de logros y amenazaron los intereses superiores del país, se ha hecho necesario recurrir al pueblo para que elija a sus representantes, supere los obstáculos y haga realidad los intereses nacionales», declaró.

Varios diputados de la oposición han acusado en los últimos meses al ya ex primer ministro de corrupción y habían reclamado su dimisión, boicoteando varias sesiones parlamentarias.