GARA > Idatzia > Eguneko gaiak

Final del cuatro y medio de la Lep.m

Un ejercicio de plena abstracción colectiva en vísperas de la gran final

Tras las tensiones, controversias y dolores de las últimas semanas, la elección de material de cara a la final se convirtió en un ejercicio de abstracción de lo pasado y de mentalización de cara a la última gran final del año.

p006_f02_190x116.jpg

Jon ORMAZABAL | BILBO

Tras las controversias y los acontecimientos de los últimos días, tanto Aimar Olaizola como Juan Martínez de Irujo utilizaron la elección de material de ayer en Bilbo para encauzar las aguas, realizar un ejercicio de abstracción y focalizar toda la atención en lo verdaderamente importante, la gran final que nos espera el domingo. Ambos coincidieron en que los aplazamientos son cosa del pasado, y en que el estado físico del de Goizueta se va aproximando bastante al óptimo, por lo que lo del domingo será un gran desafío y una final sin peros.

En esta tesitura, aunque ninguno de los dos dio la impresión de quedar plenamente satisfecho con las pelotas escogidas por el rival, no se pudo escuchar ninguna queja en torno a los lotes presentados. En las dos citas que sirven como precedentes en el Bizkaia, Aimar Olaizola atacó con inusitada dureza contra las pelotas empleadas, tanto por el propio Juan Martínez de Irujo, como por Abel Barriola en la liguilla de semifinales, pero ayer prefirió mostrarse mucho más cauto en sus comentarios.

«He encontrado enseguida dos pelotas que me entraban a la mano y con eso estoy a gusto. Las suyas son diferentes, la última vez ya hablé suficiente de sus pelotas y con las mías estoy muy a gusto», señaló. Cabe recordar que las quejas del delantero de Goizueta llegaron por considerar demasiado vivas las empleadas por los de Aspe.

Por contra, dio la impresión de que al pelotari de Ibero las escogidas por su rival le parecieron un poco lentas, pero no varió un ápice su discurso habitual y emplazó a la prensa a hablar del material el domingo, una vez la final haya concluido. En la báscula, las pelotas de Aimar dieron un peso de 104,8 y 105,4 gramos, mientras que las del vigente campeón de la especialidad pesaron 105,6 y 105,3.

«Si juega, estará bien»

Como no podía ser de otra forma, el estado del dedo corazón de la mano izquierda de Aimar Olaizola acaparó muchos de los comentarios vertidos en sala de prensa, pero tanto uno como otro apostaron por actuar como si nada hubiera ocurrido.

«Creo que, si estuviera mal, Aimar no jugaría. Desde que se rompió el dedo ha tenido un mes, yo también me he roto los dedos y a los seis días estaba jugando. Lo haces con alguna molestia, pero al final te acostumbras y no es ningún impedimento», declaró un Martínez de Irujo que sabe que deberá jugar a su mejor nivel si quiere tener opciones de calarse la txapela.

Eso sí, no tiene pensado cambiar su habitual forma de jugar para buscarle la zurda a su adversario. «El saque lo voy a sacar como un tiro a la pared, que aquí se hace mucho daño. Pero la que me venga para abrirla al ancho, no me lo voy a pensar dos veces. No me voy a obsesionar en que tiene el dedo mal, porque si sale a jugar es porque el dedo prácticamente no le molesta. Si sale es porque está convencido de jugar bien», insistió.

El de Goizueta avaló en gran parte la tesis de su rival, ya que cada día que pasa sus sensaciones son mejores y, aunque el dolor no haya desaparecido del todo, ha aprendido a jugar con las molestias que acarrea. «Prefiero ni hablar del dedo, he decidido que juego el domingo y punto. Tengo que jugar como estoy y es en balde poner excusas. Lo que había que pasar lo he pasado y estoy preparado para el domingo, ayer -en el último entrenamiento del miércoles- me encontré bien y espero dar un buen nivel. Con el dedo estoy cada vez más a gusto, voy quitando el miedo, le meto mejor la mano a la pelota en los saques y eso es importante. Además tengo otros tres días e irá a mejor».

Eso sí, el domingo tendrá que jugar con el dedil que le han confeccionado los médicos, una protección que entiende que tendrá que llevar durante unos dos meses. Aimar Olaizola explicó que lleva una protección más blanda en el día a día y que se pone una más rígida para golpear la pelota, ya que llevar esta última todo el rato es bastante molesto. «La pelota sale distinta de la mano, aunque golpees de más abajo, el tacto con la pelota sale un poco distinta. Lo más difícil es para manejar la pelota, tienes que tener tacto con ella y en ese dedo no lo tengo», explicó el de Asegarce, que sigue tomando antiinflamatorios y aplicándose ultrasonidos a diario.

Pero los dolores de su dedo no son los únicos de los que Aimar Olaizola debe abstraerse. La pasada semana ha sido especialmente dura en casa de los de Goizueta, con la pérdida de Andrés, el padre del pelotari, y poder centrarse en la final es el principal reto del delantero de aquí al domingo. «Después de todo lo que he pasado, lo más complicado quizá es centrarte en un partido tan importante. Para jugar una final de este tipo, al margen de estar bien físicamente, la cabeza también la tienes que tener bien, no sé en qué tanto por ciento, pero la cabeza es vital en estos partidos. En los días que quedan, será muy importante descansar y centrarme en el partido, y estoy en ello», señaló el de Goizueta, que físicamente también se está recuperando del gasto físico de un duro proceso como estos, que termina pasando factura.

favorito

Después de todo lo ocurrido en los días previos a la final, parece que la cátedra se ha decantado por Juan Martínez de Irujo y se espera que, de salida, se canten momios de 100 a 80 a favor del delantero de Aspe.

material

Aunque no hubo ninguna crítica velada, ninguno de los dos pelotaris pareció terminar demasiado contento con el tipo de material escogido por su rival; por muy vivas o por todo lo contrario, por demasiado lentas.

 
Patxi Eugi espera una final «dura y de rachas»

Juan Martínez de Irujo está a una sola txapela de alcanzar a su botillero, Patxi Eugi, en el palmarés del Cuatro y Medio, algo «serio», sobre lo que según el agoizko no han bromeado, pero que no le quita el sueño para nada. «Tiene edad para igualarme y pasarme, lo importante es que saque el partido adelante».

El todavía pelotari de Garfe ha estado cerca de Juan Martínez de Irujo durante todos estos días de controversia y entiende que los aplazamientos no han trastocado en exceso los planes iniciales. «Ha hecho entrenamientos, ha mantenido el tono físico, también en el frontón, y llega bien a la final. Quince días no pueden alterar a un pelotari, ha regulado los entrenamientos y lo hará bien el domingo», anunció.

También entiende que Aimar Olaizola saldrá en condiciones a la cancha y no tienen pensado cambiar su forma de jugar dependiendo de la respuesta del dedo del de Goizueta. «Juan va a salir normal. Pensamos que Aimar está a tope y al cien por cien, por lo que no hay que cambiar nada». Por ello, esperan «un partido muy duro. Ya se vio en la liguilla que puede ganar cualquiera, el partido va a ser a rachas. Los dos tienen mucha clase y cada uno la impondrá por momentos. El que más centrado esté sacará el partido adelante». J.O.

 

García Ariño: «Veo a Aimar mucho más sereno»

Roberto García Ariño, técnico de Asegarce, ha estado muy cerca de Aimar en los últimos días y ha vivido junto al de Goizueta unas semanas muy difíciles, en las que se le han juntado la lesión de su dedo y el fallecimiento de su padre, un largo proceso que ha coincidido en su desenlace con la previa a la final. El de Axpe entiende que el fin de semana pasado supuso un punto de inflexión en ambos casos y, tras verle entrenar el miércoles, entiende que esta semana está mucho mejor.

«Le vi entrenar y me gustó. Sobre todo, ha pasado un tiempo y la cabeza le ha funcionado mejor. Con lo del padre y con el dedo se le juntó todo y ahora está un poco más tranquilo, más sereno, y es lo que le hace falta», señaló el intendente de Asegarce.

«Juan está muy bien, como no ha estado en todo el año. En cambio, Aimar en setiembre estaba muy bien pero ha tenido meses de caída. Pero creo que en estos cuatro días ha recuperado mucho, sobre todo mentalmente. Siendo uno de los que siempre juega a pelota, le veía reaccionar como uno que no es tan «pelotari». De él decimos que es muy «pelotari», se adelanta a lo que va a hacer el rival viendo su postura, intuye su intención y no lo hacía. Ahora, por lo menos la cabeza la tiene un poco más serena». J.O.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo