Aunque algunas veces las primeras repeticiones de vías duras en tapias alpinas pasan desapercibidas, en estas líneas os queremos recordar un par de ellas simplemente por el aura (léase dureza y compromiso) que llevan consigo las líneas que han sido escaladas.

Una de ellas es «The prophet» (500 m, 5.13d R, El Capitán), el gran proyecto de 13 largos que volvió «loco» al británico Leo Houlding. Sí, 10 años de «obsesión» con un final feliz, que se traduce en la primera ascensión de la línea en octubre del año pasado. El propio Houlding así lo describía: «Es la escalada más dura que he hecho: seguros asquerosos, reuniones asquerosas y movimientos duros». Traducido de otra forma: una ruta de hasta 8b, con riesgo de grandes vuelos y caídas muy peligrosas.

Pues bien, otro gran especialista del duro comprometido, el canadiense Sonie Trotter, realizaba hace escasas fechas la primera repetición de la vía de Houlding. Y, cómo son las cosas; mientras el británico necesitaba 10 años para su apertura y encadenamiento, Trotter se la embolsaba después de cinco semanas en el valle de Yosemite, y en cinco intentos desde el suelo a la línea. Eso sí, el canadiense atacó esta línea expuesta descolgándose desde la cima para ensayar los últimos largos. Los primeros largos peligrosos del muro inferior, en cambio, los lideró de primero.

A Trotter le acompañó Will Stanhope, quien también escaló en libre 12 de las 13 tiradas; le quedó pendiente el penúltimo. Turno para el canadiense en los comentarios: «Es la vía más salvaje y que más satisfacción me ha dado encadenarla -asegura-, y una de las más duras que he hecho». Para ser la primera ruta de este escalador en El Capitán, no está nada mal.

Unión de fuerzas

Mientras tanto, David Lama y Hansjörg Auer unían fuerzas para llevarse la primera repetición de la vía «Feuertaufe», una línea abierta en los Alpes tiroleses por Alex Huber y Guido Unterwurzacher en 2007 y encadenada por la misma cordada un año más tarde. Una apertura realizada desde abajo, sin reconocimiento previo, y con vuelos potenciales hasta de 12 metros.

Pues como adelantábamos, Lama y Auer se hacían con la segunda ascensión de esta vía de 200 metros, 7 largos y una propuesta de dificultad máxima de 8b+. Los dos escaladores llegaban a la vía en plenitud de fuerzas. Lama liberaba un proyecto de 6 largos de 8b+ en Ticino, y Auer de sellar, entre otros, un solo integral a una vía de 400 metros y 7a en Wetterstein. Según los repetidores, el segundo largo es el más duro, pero en otros más, como por ejemplo en el tercero (8a+) también tuvieron que apretar.

«Luego hay dos más que son fáciles -explicaban-, y los dos últimos también tienen vidilla; uno de ellos de 8a+. En general, nos ha parecido una ruta muy buena y con mucho ambiente, ya que en ciertas partes los seguros alejan mucho. Creemos que el largo más duro no pasa del 8b», afirma Lama.