Varios cientos de personas reclaman que no se cierre el matadero Erralde
Las calles de Durango fueron el escenario de una manifestación para reclamar al Gobierno de Lakua que reconsidere su decisión de cerrar el matadero Erralde. Los afectados piden una moratoria de dos años, hasta que se construya una nueva instalación en Dima.
GARA |
Varios cientos de personas tomaron parte en la manifestación celebrada ayer al mediodía en Durango para reclamar que se mantenga abierto el matadero Erralde, el único lugar de Bizkaia en el que se pueden sacrificar animales.
La marcha estuvo comandada por varias cabezas de ganado bovino y ovino, tras las cuales los participantes portaban una pancarta con el lema «Erralde Zabalik». Por detrás, otra pancarta defendía la soberanía alimentaria.
Mikel Ansotegi, presidente de Erralde, aseguró que seguirán luchando para conseguir una moratoria de dos años y que el matadero no se cierre antes de que se abra la nueva instalación, proyectada en Dima. «Con el esfuerzo de todos es posible», subrayó.
Ansotegi manifestó que Erralde es la garantía de que en Bizkaia «se pueda seguir consumiendo carne de calidad» criada en el herrialde.
Unzalu Salterain, en representación del sindicato EHNE, informó de que el pasado martes se reunieron con representantes de la Unión Europea y que estos les explicaron que la última decisión está en manos del Gobierno de Lakua.
Al respecto, Ansotegi aseguró que el cierre decretado por el Ejecutivo autonómico no por problemas sanitarios, sino «estructurales, que por falta de espacio no podemos subsanar». Las normas decretan que la línea de sacrificio ha de ser recta, mientras que en Erralde tiene forma de U. «Nada que ver con los controles sanitarios que pasamos regularmente», indicó Ansotegi.
«¿Qué rentabilidad van a tener los baserritarras de aquí si tienen que llevar a matar los animales a Oñati o Haro? En plena crisis económica no se puede permitir algo así», sentenciaron para cerrar su intervención.
Una delegación de Erralde y de EHNE se reunió el pasado martes con representantes de la Unión Europea, quienes aseguraron que la decisión definitiva está en manos del Gobierno de Lakua.