La huelga general convocada contra el régimen de Bachar Al Assad fue seguida en las partes de Siria donde se desarrollan los movimientos de protesta, según la oposición. Los comercios permanecieron cerrados y las calles desiertas después de los 55 muertos que dejó la represión del viernes y el sábado.

Ayer fallecieron al menos 23 personas según indicaron los opositores Comités de Coordinación Local. Seis personas murieron en la provincia de Hama (centro), seis en la de Homs (centro), cinco en Idleb (norte), tres en Rif Damasco, y tres en Deraa, en el sur del país.

La activista de los Comités Razan Zeituneh, explicó a Efe que la huelga general se notó en la mayoría de provincias del país. La fundadora de la Organización Siria de los Derechos Humanos apuntó que la huelga fue secundada también en la ciudad de Alepo (norte), la provincia de Al Raqqa (norte) y el centro de Damasco, zonas que se habían mantenido al margen de otras convocatorias anteriores.

Los Comités también informaron de que un gran número de vehículos blindados asaltó las localidades de Bab al Balad, Al Marbet y los barrios de Al Frayeh y Al Arabayin, en la ciudad de Hama, disparando contra los civiles mientras aviones de combate sobrevolaban la zona. Además, denunciaron la actuación de «matones», que acompañados de las fuerzas de seguridad, irrumpieron en tiendas, rompieron sus puertas y las saquearon.

En los alrededores de Damasco, en las localidades de Zabadani y Duma, la huelga estuvo acompañada de manifestaciones y disparos de las fuerzas de seguridad para dispersar a los opositores.

A la vez, se produjeron enfrentamientos entre las tropas del régimen y soldados desertores. Estos incendiaron tres tanques en la localidad de Basar al Harir, en Deraa y en Idleb.

La agencia oficial de noticias Sana informó, por su lado, de que las autoridades de Idleb se enfrentaron a un grupo de supuestos «terroristas» que intentaba bloquear una carretera. Las fuerzas gubernamentales mataron a un número indeterminado de personas y confiscaron dos vehículos y diversos artefactos explosivos.

Según los Comités, la huelga es el inicio de una nueva campaña de desobediencia civil que continuará bajo otras formas, como cierre de carreteras, paros, y suspensión voluntaria de comunicaciones por móviles.

Además, el paro se produce la víspera de las elecciones municipales, convocadas por el régimen sirio.