Seis jornadas. 46 días. 270 minutos de competición. Es el tiempo que ha pasado desde que el Athletic celebrara su última victoria liguera en San Mamés. Demasiado tiempo para un equipo que aspira a repetir clasificación europea y que ahora mismo se encuentra clavado en la mediocridad de la tabla, más cerca incluso de la zona roja que de la noble.

Y aunque lo peor, lo que acaba contando a final de temporada, son esos dos tristes puntos que ha sumado en sus tres últimas comparecencias en la Catedral, la forma en que han llegado tampoco acompaña. Porque los rojiblancos disputaron un partido para enmarcar frente al Barcelona, pero después han enlazado dos auténticos petardazos. Es probable, además, que el de anoche doliera incluso más que el que protagonizó frente al Granada, pese a que entonces ni siquiera pudo consolarse con el empate. Pero es que ante el Racing no se apreciaron signos de mejora -volvió a costar muchísimo superar a un rival bien aplicado en cerrarse para obstaculizar las intenciones de los bilbainos- y además volaron dos puntos que ya parecían del Athletic después de haber hecho lo más difícil, echar abajo las barreras rivales para tomar ventaja en el marcador.

Y aunque la historia pudo haber sido diferente -se crearon ocasiones, algunas bien claras-, también queda la sensación, que no augura nada bueno para las próximas citas, de que el equipo anda muy justito de gasolina. Tampoco es de extrañar, teniendo en cuenta que los once hombres que saltaron ayer al césped de inicio fueron los mismo que lo habían hecho, en el lapso de apenas ocho días, en Mallorca y Oviedo. La falta de chispa fue evidente durante muchas fases del encuentro.

Tampoco ayuda la ausencia de Fernando Llorente. El trabajo de Gaizka Toquero es impagable -suya fue, de hecho, la asistencia del gol rojiblanco-, pero difícilmente puede cubrir el hueco de su compañero. Ni él, ni ningún otro. Y por mucha que sea la alegría con la que se incorporan los futbolistas de Bielsa al remate, hay ocasiones en que se echa en falta un rematador. Ayer, por ejemplo, cuando hubo muchos servicios al área que acabaron huérfanos.

Ocasiones infructuosas

Que los hubo, pese a la buena disposición defensiva del Racing, que complicó mucho el trabajo de creación de su anfitrión. Aún así le tocó trabajar a Toño. Un remate de Iraola desde la frontal, un disparo de Toquero, un cabezazo de Amorebieta, un despeje in extremis de la zaga verdiblanca ante la llegada de Susaeta... El primer cuarto de hora invitó a pensar que la historia podía ser diferente a la de otros partidos con mimbres aparentemente similares.

Sólo aparentemente. Porque el principal objetivo del Racing fue destruir el juego de los bilbainos, pero tampoco renunció por completo a buscarle las cosquillas a Iraizoz, como demostraron los sustos a cargo de Arana y Diop. Con todo, la mayoría de las ocasiones fueron para el Athletic, al que sólo la fortuna separó del gol en el minuto 25, cuando un central cántabro despejó bajo palos un balón que rebotaba en la espalda de Colsa y, sobre todo, en el 34, cuando la base del poste repelió un disparo de Herrera desde la frontal.

La sensación de que el Athletic había dejado escapar su momento con ese par de ocasiones nulas fue a más en el segundo tiempo, pese a que alguna cabalgada de Toquero reavivaba la esperanza de cuando en cuando. El problema es que tampoco acababa de desaparecer la de los verdiblancos de asestar la campanada. Las dos sensaciones, lamentablemente, tenían algo de cierto.

Porque, efectivamente, una cabalgada de Toquero por banda derecha permitió al Athletic marcar -un buen cabezazo de Aurtenetxe, desmarcado en el segundo palo- y reencontrarse con la victoria... durante diez minutos. Una alegría efímera que desapareció en el descuento, cuando Álvaro González congelaba San Mamés al cabecear un centro de Diop.

El Athletic, al menos, tiene opción de desquite inmediata. Con la clasificación europea finiquitada y la eliminatoria copera encarrilada, la visita del Zaragoza puede permitirle despedir 2011 con el tan añorado triunfo liguero en San Mamés.