Es un «tema complejo», admiten. Pero, por encima de ello, también un proyecto original y que empieza a tomar forma en un nuevo tiempo ilusionante, aunque la idea viniera de antes. Cinco directores vascos ruedan otras tantas historias de presos políticos (alguno de ellos ya en libertad). El resultado será una única película que esperan que pueda ser presentada en el Festival de Donostia de 2012, aunque el final no está escrito, y menos aún cuando la cuestión de los presos se halla «muy viva». Pudiera ocurrir, por ejemplo, que alguno de ellos salga a la calle en este tiempo. O que Instituciones Penitenciarias abriera la puerta a lo que ahora parece imposible: rodar directamente con ellos. En cualquier caso, entrar en la cárcel no es el objetivo, sino más bien sacar a la calle, a la pantalla, su realidad. Y hacerlo mediante las personas, sin subrayados políticos.

En ello andan Josu Martínez, Eneko Olasagasti, Mireia Gabilondo, Txaber Larreategi y Enara Goikoetxea, según dieron a conocer ayer en Donostia. Y en ello andan también otros cinco presos y presas cuyos nombres reservan por ahora para no perjudicar la evolución del trabajo. Se trata de personas conocidas y representativas de realidades diferentes: hay quien va a entrar en prisión, quien acaba de salir, quien lleva muchos años...

El precedente de todo ello son dos películas documentales que también llevaban la firma de Martínez y Larreategi. Primero fue ``Itsasoaren alaba'', un emotivo acercamiento personal a Mikel Goikoetxea Txapela, abatido por los GAL; más tarde, ``Sagarren denbora'', que reflejaba la realidad del exilio a través de Alfonso Etxegarai y Kristiane Etxaluz. Tras ello, la cuestión de los presos políticos vascos surgió de modo casi natural, en un momento en que Josu Martínez subrayó que está en la agenda más que nunca.

La siguiente pregunta era cómo encarar el tema. Decidieron hacerlo «desde la diversidad», en la medida en que la realidad de los presos también es plural, y «desde la persona», no desde la política. «Queremos enseñar a las personas, porque muchas veces ni siquiera se las reconoce como tales», indicó el productor ejecutivo de este proyecto Zinez. Ahí llega la gran paradoja: «En un momento en que no dejan ni enseñar sus fotos, nosotros queremos contarlo en imágenes».

Dificultades

A nadie se le oculta que para ello hay dificultades. Oficiales, en primer lugar: las planteadas por Instituciones Penitenciarias. Ninguno de ellos ha logrado rodar en prisión, pero coinciden en que ello no resta valor al trabajo. El contacto con los presos siempre es posible a través de cartas, de su voz... También están sus familiares, todo su entorno. Y «la propia ausencia» se convierte en un elemento cinematográficamente válido. Así que, según dijeron, ni siquiera han sentido una necesidad obligada de entrar con las cámaras en prisión, si bien tampoco descartan intentarlo si lo consideran necesario para su labor.

Se les planteó si también ha sido problemático encontrar presos dispuestos a participar, dada la fuerte identidad colectiva del grupo. Martínez apuntó que efectivamente «hemos recibido algunos noes, pero al final hemos completado un buen puzzle. `Desnudarse' ante una cámara no le gusta a todo el mundo, y en algunas circunstancias, menos aún. Pero eso es también lo bello del trabajo, esto no empieza cuando le das al REC, ni acaba cuando apagas la cámara. Creemos que hemos conseguido contagiarles esa ilusión que teníamos nosotros». Añadió, al hilo de ello, que esperan «una película sincera, humana, sin grandes aspavientos». «En minúsculas», resumió.

Un título a elegir

Este proyecto todavía tiene otra particularidad, añadida a la de la propia temática y a la que supone la implicación de cinco directores distintos, que tendrán que buscar en sus historias hilos comunes para dar unidad a toda la cinta. Se trata de la posibilidad de participación popular, comenzando por el título.

El rodaje se anunció ayer bajo el lema ``Kartzelako poemak'', pero ése seguramente no será el título definitivo de la película, sino que se abre la posibilidad de aportar ideas a través de la web www.zinez.net. La denominación del proyecto, Zinez, hace referencia tanto al cine como a la búsqueda de «sinceridad» y autenticidad que conlleva.

A través de esa misma web existe la opción de aportaciones económicas. Así, se pueden adquirir bonos de 20 euros a cambio del DVD de la película y una entrada para verla en el cine.