El emparejamiento entre Milan y Arsenal supone el plato fuerte de los octavos de final de la Champions League que se sortearon ayer en la ciudad francesa de Nyon. Otro enfrentamiento anglo-italiano, entre Nápoles y Chelsea, también destaca especialmente en una fase cuyos partidos de ida se jugarán el 14-15 y 21-22 de febrero y los de vuelta el 6-7 y 13-14 de marzo.

El propio entrenador del Arsenal, Arsène Wenger, calificó de «difícil» y «apasionante» el emparejamiento con el AC Milan. En declaraciones al canal de televisión del club, el técnico gunner opinó que las opciones de ambos equipos para pasar de ronda están al 50%. «Tenemos que asegurarnos de que continuaremos mejorando hasta febrero. Entonces podremos jugar nuestras bazas con total fortaleza y convicción», dijo.

Wenger, que sigue confiando ciegamente en Mikel Arteta para guiar a su equipo, aseguró que tiene «buenos recuerdos» de otros enfrentamientos en San Siro con el Milan, un equipo que «juega un fútbol positivo. Lo ideal hubiese sido que este emparejamiento llegase en una ronda más avanzada, pero hay que aceptarlo como viene. No hay mucho más que decir realmente, todo el mundo conoce al Milan y todo el mundo conoce al Arsenal», añadió.

El bombo quiso que el otro equipo inglés clasificado para octavos, el Chelsea, también se vea las caras con un equipo italiano, el renacido Nápoles. Los dirigidos por Andre Villas-Boas, que estuvieron a punto de quedarse fuera de octavos, fueron finalmente líderes del grupo E tras ganar al Valencia el último partido de la fase de clasificación. Los napolitanos, con Cavani, Lavezzi y Pandev poniendo la dinamita en ataque, ya se cargaron por su parte al Manchester City en la liguilla.

«Creo que es uno de los emparejamientos más difíciles que nos podía tocar, pero cualquiera de los últimos dieciséis equipos iba a ser difícil. Han mejorado tremendamente bajo la dirección de Walter Mazzarri y han conseguido los resultados que querían y esperaban. Están totalmente motivados y tienen mucho talento con gente como Hamsik y Cavani», advirtió el propio Villas-Boas tras conocer el resultado del sorteo.

Otro reto para el Basilea

Otro choque interesante será el que enfrente al Basilea, inesperado verdugo del Manchester United, y el Bayern Múnich, una de las escuadras que mejor imagen ha dejado en la primera fase. Los entrenados por Jupp Heinckes parten como claros favoritos, pero mal harían en relajarse ante un buen conjunto capaz de meter cinco goles en dos partidos al United de Ferguson y que juega siempre al ataque.

Otro de los favoritos para estar en cuartos será evidentemente el Barcelona, actual campeón de la Champions. Los de Guardiola jugarán contra el Leverkusen alemán, un equipo rocoso que se aseguro el pase haciéndose fuerte en casa ante rivales como Chelsea y Valencia. «Se trata del gran favorito y del club líder en el mundo. Para nuestros jóvenes jugadores y nuestros seguidores será un hito. No tenemos nada que perder y la presión será mínima», declaraba el gran Rudi Voeller, director deportivo del club, poniéndose la piel de cordero.

El Real Madrid, por su parte, se enfrentará por primera vez al CSKA de Moscú, con el recurrente temor al frío de Rusia como telón de fondo. «Es evidente que el sorteo podía haber sido más bondadoso. ¿Qué vamos a hacer? Hay que jugar. Lo más importante es que hay posibilidades. Con el Barcelona es casi imposible competir. Con el Real Madrid será difícil, pero posible», comentaba Leonid Slutski, el entrenador del CSKA.

El Marsella-Inter, con los vascos Deschamps y Azpilicueta como protagonistas en el bando francés; el Zenit-Benfica, en uno de los cruces más abiertos a priori; y el Lyon-Apoel, con los chipriotas como gran revelación de la temporada y los franceses sin creerse todavía cómo lograron el billete, completan las ocho eliminatorias de octavos.