El fiscal de la Corte Penal Internacional, el argentino Luis Moreno Ocampo, afirmó que existen serias sospechas de que la muerte de Muamar Gadafi, capturado y abatido el 23 de octubre por milicianos, fue un crimen de guerra. «Su muerte es uno de los asuntos que debe ser clarificado porque hay serias sospechas de que se trató de un crimen de guerra», subrayó tras presentar un informe al Consejo de Seguridad de la ONU.

Explicó que sus investigadores estuvieron en Libia la semana pasada para continuar la pesquisa. «Estamos trabajando muy estrechamente con Trípoli que tiene que manejar una situación muy compleja», indicó.

«Le preguntamos cómo investigará los crímenes cometidos por todos los bandos en el levantamiento contra el antiguo régimen», añadió.

Moreno Ocampo también señaló que el Gobierno debe informar a la CPI para el 10 de enero si entregará al hijo de Gadafi Seif al-Islam, detenido el 19 de noviembre en el sur de Libia por milicianos.En una entrevista con AFP, sostuvo que el Gobierno no tendrá que transferir a Seif a La Haya antes de que los jueces del tribunal internacional tomen una decisión.

Por otra parte, Human Rights Watch pidió a la OTAN que investigue la muerte de civiles durante los ataques aéreos que realizó entre marzo y octubre. «Tiene la responsabilidad de investigar estos casos con profundidad a fin de identificar y corregir los errores», resaltó Fred Abrahams, de HRW.

La portavoz de la Alianza, Oana Lungescu, contestó que no disponen de cifras sobre civiles muertos en los bombardeos porque «se tomaron todas las precauciones posibles para reducir el número de vícitmas».