El venezolano Ilich Ramírez Sánchez, alias «Carlos», condenado el jueves por un tribunal parisino a cadena perpetua por cuatro atentados cometidos en el Estado francés en 1982 y 1983, anunció que apelará la decisión judicial. El tribunal siguió al pie de la letra la solicitud de la Fiscalía, que esgrimió «la extrema peligrosidad actual, absoluta y constante» de Ramírez.

Su abogada, Isabelle Coutant-Peyre, que pidió su absolución, anunció que apelará la decisión, por lo que previsiblemente habrá un nuevo proceso. Tras presentarlo como como víctima de un «proceso político», remarcó «la ausencia radical de fiabilidad» de los archivos de los servicios secretos de los antiguos países de Europa del Este.

Horas antes de la sentencia, en una intervención de más de cinco horas, «Carlos» criticó con dureza el «dossier completamente manipulado» elaborado por el juez de instrucción Jean-Louis Bruguière.

En un discurso salpicado de ironías, referencias históricas y puyas a los fiscales y abogados de las partes civiles, Ramírez se presentó como un «revolucionario» y dijo que, más allá de los atentados por los que fue condenado, asumía «la responsabilidad política y militar de todos los atentados cometidos por la Organización de Revolucionarios Internacionalistas». «Políticamente, asumo la responsabilidad de todas las acciones de la lucha palestina».

Desde Caracas, su hermano Vladimir Ramírez afirmó que no estaba sorprendido por esta sentencia porque «ya estaba sentenciado previamente».

La corte parisina también condenó a Johannes Weinrich, encarcelado en Alemania, y al palestino Ali Kamal Al Issawi, que sigue prófugo.