LAB de Michelin denuncia la firma en Valladolid de un convenio «lesivo»
GARA |
La sección sindical de LAB en Michelín denunció ayer que CCOO, UGT y CSI han procedido a firmar en la fábrica de Valladolid el convenio colectivo que afecta a esa planta, así como a las de Aranda de Duero y las vascas de Gasteiz y Lasarte-Oria en «condiciones lesivas» para la plantilla.
En un comunicado, LAB denuncia que el citado convenio colectivo, firmado para los años 2011, 2012, 2013 y 2014, prevé la congelación salarial para los dos primeros ejercicios así como «mínimos» incrementos salariales del 1,5% para los dos siguientes, «sin cláusula de revisión salarial».
Además, critica que durante la vigencia del acuerdo «no se rebajará nada la jornada laboral», sino que «al contrario, se tendrán que recuperar jornadas perdidas durante los años 2009 y 2010».
LAB lamenta que CCOO, UGT y CSI hayan rechazado su propuesta de «dar un paso más en las movilizaciones que hemos llevado a cabo con éxito durante las últimas semanas» y que, con esta actitud, «han roto una unidad de acción ampliamente apoyada por la plantilla».
El sindicato abertzale recuerda que «Michelin es una empresa con fuertes beneficios que prevé aumentarlos durante los siguientes ejercicios y que se está aprovechando del actual estado de opinión creado para recortar derechos laborales y, lo que resulta más grave, con el aval de CCOO y UGT».
El sindicato resalta que con la última oferta efectuada por la empresa, el centro de Lasarte se verá especialmente perjudicado «puesto que ni siquiera se beneficiará de la oferta de continuidad a los eventuales realizada por la empresa». LAB añade que en este centro, el malestar por la rotura de la unidad de acción sindical y firma del convenio «es especialmente evidente».
ESK: «Sin consultar»
ESK también ha salido al paso de la firma de este convenio y denuncia que CCOO y UGT lo han suscrito «sin escuchar ni consultar a todas aquellas personas a las que se llamó a movilizarse, a salir y dar la cara», muchas de ellas afiliadas a CCOO y UGT e incluso no afiliadas.
«Pasando por encima de la voluntad de quienes se movilizaron, traicionándolos, han dejando la patata caliente a su afiliación y de forma cobarde, han procedido a firmar lo que Michelín les ha puesto encima de la mesa», denuncia ESK.
Este sindicato considera que este «no es el convenio justo que hemos exigido a las puertas de los centros. Lo justo, lo razonable, lo necesario -concluye- es que la mayoría obtenga sus reivindicaciones y no sea un convenio claramente de pérdida sobre lo que tenemos».