El despido la semana pasada por Eusko Tren de Juanjo Olaizola, director del Museo de Ferrocarril desde su fundación y uno de los principales expertos europeos en historia del ferrocarril, sigue trayendo cola. Alex Etxeberria, parlamentario del PNV, interpeló ayer en el pleno de Control al consejero de Transportes, Iñaki Arriola, sobre el futuro del museo y no obvió sus críticas hacia lo que calificó como «una depuración por motivos personales». El parlamentario pidió a Arriola que «arregle el desaguisado que se está montando con la inefable ayuda de sus colaboradores», en referencia principalmente a Ernesto Gasco, viceconsejero de Transportes y representante de Arriola en el Patronato del Museo del Ferrocarril.

Con un gráfico «ni queriendo se pueden hacer peor las cosas», Etxeberria criticó tanto la sustitución de Olaizola por Maitane Ostolaza tras la convocatoria de un concurso público -«han despedido a uno de los mayores expertos de la historia del ferrocarril y lo han sustituido por una directora que ha obtenido un 1,5 sobre 8 en conocimiento sobre lo que supone va a ser su labor en el museo; la menor puntuación en conocimiento sobre el ferrocarril entre los que se presentaron», dijo-, como que el motivo del despido hayan sido las declaraciones a un medio de Olaizola criticando precisamente cómo había sido el proceso para apartarle del cargo.

Amigas y amigos

De hecho, el hasta ahora director del museo acusó a Ernesto Gasco de acosarle -Gasco dijo públicamente que Olaizola había sido designado a dedo- y estas críticas públicas fueron el motivo aducido para que Eusko Tren decidiese llevar hasta las últimas consecuencias uno de los dos expedientes sancionadores interpuestos contra Olaizola.

El representante del PNV lanzó el grueso de sus críticas contra Gasco, del que afirmó «que su falta de criterio y pésima gestión son la principal causa de la pérdida de imagen y prestigio de Eusko Tren o de Metro». Gasco, agregó, ha colocado a «una viaja conocida» suya al frente del museo, según afirmó, y «ustedes no tienen ni presupuesto, ni profesionales, ni idea de qué hacer con museo».

Arriola, aunque debido a que agotó su tiempo de respuesta no pudo explicar claramente cuáles serán los próximos pasos del Patronato, sí avanzó que se ha convocado una reunión para el jueves de la semana próxima -no dijo si asistiría a ella, sino que «miraría su agenda»- en la que plantean «consolidar la estructura de la fundación». Lo harían definiendo la plantilla y los servicios, a la vez que buscarían captar nuevos socios. «Hay tres socios nuevos comprometidos para entrar en la fundación -dijo- CAF, Metro Bilbao y FEVE y se está en contacto con empresas públicas y privadas del mundo ferroviario y de la construcción ferroviaria para que puedan entrar al museo».

Sobre Olaizola dijo que si quiere recurrir a los tribunales, «en última instancia serán los jueces lo que determinen».

Por su parte, la Federación Española de Asociaciones de Amigos del Ferrocarril (FEAAF) ha enviado un escrito a Patxi López en el que reclama la reposición de Olaizola al frente del museo de Azpeitia. Reprueban también la labor desarrollada durante estos últimos meses por Gasco, al que acusan de «perseguir política, jurídica y personalmente» al anterior director del centro de Azpeitia. Desde la FEAF, la decisión «es irregular, incomprensible y quizás ilegal ya sea disfrazado de vericuetos torticeros o de supuesta legalidad `democrática'».