inicio de la legislatura en el estado
Amaiur recurre su veto y acusa al PP de «tener miedo a confrontar ideas»
El debate sobre el grupo parlamentario de Amaiur se ha convertido en el primer termómetro para medir la actitud del PP hacia Euskal Herria. Por el momento, la coalición abertzale cree que a los conservadores les «cuesta adaptarse», pero insisten en trabajar para ubicarles en el «carril» de las soluciones. Ayer se presentaron en el Congreso español las alegaciones contra una decisión «arbitraria» que, según Xabier Mikel Errekondo, busca «marginar» a la formación.
Alberto PRADILLA | MADRID
«El PP tiene miedo a la confrontación de ideas que puede traer Amaiur al Parlamento español», advirtió ayer Xabier Mikel Errekondo, portavoz de la coalición abertzale en el Congreso. La primera decisión de la Mesa, controlada por los conservadores, ha sido la de vetar la formación de grupo parlamentario propio. Una iniciativa que Errekondo sitúa en inercias de tiempos pasados ya que, según señala, al PP «le cuesta adaptarse» a la nueva realidad vasca. A pesar de todo, el portavoz abertzale mantiene la mano tendida, asegurando que el partido que lidera Mariano Rajoy constituye «un agente imprescindible y necesario para llevar a efecto la solución democrática del conflicto político de Euskal Herria».
Errekondo compareció ayer en Donostia después de una intensa semana en Madrid. Poco antes, todavía en la capital del Estado español, sus compañeros Iker Urbina y Jon Iñarritu presentaron en la Cámara baja el recurso en el que instan a la Mesa a «reconsiderar» su veto. Una decisión «arbitraria» que los representantes del PP han adoptado amparándose en un texto elaborado por los servicios jurídicos del Congreso, pero que ni siquiera PSOE y CiU califican de «informe». Por este motivo, los diputados abertzales presentaron ayer un documento de 17 folios en el que abogan porque, finalmente, puedan conformar grupo propio.
«Se ha hecho una interpretación del artículo 23.1 (el que regula la composición de los grupos) totalmente arbitraria, que contradice la interpretación que hasta ahora ha venido haciendo la Mesa», señala el escrito, que indica que la decisión «va en la dirección contraria al principio de interpretación más favorable a la constitución del mayor número de grupos parlamentarios que tradicionalmente se ha mantenido en la Cámara». En definitiva, de lo que se trata es, según el recurso, de «la vulneración y el intento de marginación de una coalición que representa el 22% del electorado» de Hego Euskal Herria. En total, 334.498 votantes.
Tres folios sin membrete
El documento presentado como informe por el PP constituye uno de los primeros elementos que analiza el recurso. Según Amaiur, se trata de un texto que «no es propiamente un informe jurídico», ya que «no puede ser tal un escrito que no lleva ni firma de letrado identificable, ni membrete de la asesoría jurídica, ni está fechado ni contiene propuesta de resolución».
Estos mismos fundamentos ya fueron expuestos por Javier Barrero, vicepresidente segundo del Congreso, tras la reunión del jueves. Lo cierto es que el supuesto informe se reduce a tres folios grapados con el epígrafe Amaiur que posteriormente fueron incluidos en el documento con el que trabajaron los miembros de la mesa. Solo el PP lo ha dado por bueno.
Frases que cambian
La interpretación es otra de las claves del debate. Los conservadores han tratado de situar la cuestión en un plano jurídico, pero como el texto presentado por el secretario general de la Cámara ni siquiera incluia una recomendación, ha sido finalmente el criterio de la mayoría el que ha prevalecido. El caso de Amaiur es el único en el que los letrados no realizan ninguna sugerencia. Mientras en el resto se instaba a la mesa a aceptar el grupo, con la coalición abertzale únicamente se recordaba la capacidad de la mesa a la hora de regular la admisión de grupos.
A pesar de ello, tal y como detallan las alegaciones, los miembros de la mesa dieron un paso más en sus funciones y modificaron una de las frases del documento original para adecuarlo a su interpretación. De este modo, la redacción «puede entenderse», en referencia al 15% en cada una de las circunscripciones, terminó convertido en un «ha de obtenerse», más adecuado a la decisión de la mesa.
Ese 15% ha sido el gran argumento para revestir de legalismos la decisión de la Mesa. Sin embargo, el recurso presenta una serie de antecedentes que evidencian que, hasta el momento, la norma no se aplicaba a cada una de las circunscripciones sino al conjunto. El caso del PNV es el más representativo. Los jelkides dispusieron de grupo propio en las legislaturas de 1989, 1993, 1996 y 2000. Solo en esta última lograron superar el 2% en Nafarroa. Otra de las paradojas llega en 2004, cuando el PP, en un recurso contra el grupo constituido por ERC, asumió que el cómputo debía de realizarse en el total de las circunscripciones y no una por una.
Herramienta
Con la apelación ya en marcha, los miembros de Amaiur tendrán que esperar hasta el dictamen final, que llegará antes de las 12.00 del lunes. A esa hora dará comienzo el debate de investidura que llevará a Rajoy a La Moncloa. En caso de que el «no» se repita, aún no han decidido si recurrirán al Constitucional.
Sin embargo, Errekondo insistió ayer en una idea: «el grupo parlamentario no constituye un objetivo en sí mismo sino una herramienta para hacer más eficaz el trabajo en favor del reconocimiento de Euskal Herria como nación». Tal y como él mismo reconoció, «el PP no va a poner fácil». A pesar de ello, mantuvo que trabajarán para situar a los conservadores en el «carril» de la resolución.
El presidente del Congreso, Jesús Posada, convocó ayer el pleno de investidura del presidente del Gobierno español para el lunes a las 12.00, después de que Juan Carlos I le comunicara formalmente que el candidato propuesto es Mariano Rajoy.
El PNV arrancó ayer su labor en esta legislatura presentando una batería de 43 iniciativas para su análisis y debate en los diferentes foros que permite el Congreso de los Diputados. El propio PNV destaca en la nota en la que dio cuenta de esta iniciativa que entre las propuestas hay una proposición no de ley en la que se insta a Mariano Rajoy a que, «mediante el más amplio diálogo con todas las fuerzas políticas, desarrolle una nueva orientación consensuada, dinámica y flexible de la política penitenciaria». Se trata de una fórmula que ya obtuvo el apoyo unánime del Congreso en 1998 y que también recoge el lehendakari en su decálogo. GARA
El PP se quedó ayer solo en la defensa del veto de Amaiur como grupo parlamentario propio en el Congreso español y se convirtió en la única formación, junto a sus socios de UPN, que todavía mantiene el discurso de que excluir a la coalición abertzale ha sido una decisión jurídica. La mayoría insiste en denunciar las motivaciones políticas del rechazo aunque, en muchas ocasiones, con la calculadora electoral en la mano. Nuevamente, el debate sobre el grupo abertzale en el Congreso siguió capitalizando la actualidad política tanto en Euskal Herria como en el Estado español, precisamente el mismo día en el que se hacía oficial la candidatura de Mariano Rajoy a ser investido como presidente del Gobierno español.
Jesús Posada, presidente del Congreso y uno de los cinco miembros del PP que votó contra Amaiur, insistió en parapetarse tras los letrados y defendió el «peso» de un documento que hasta sus propios compañeros de Mesa rechazan catalogar como informe. Según señaló ayer, en la comparecencia que siguió a su encuentro con Juan Carlos de Borbón, el texto se elaboró «en poco tiempo», un argumento con el que trató de justificar las acusaciones sobre la escasa «seriedad» de su redacción lanzados por PSOE y CiU. El jefe de la Cámara baja española contradijo a su antecesor en el cargo José Bono y aseguró que no existía ningún otro escrito que avalase el grupo.
Patxi López cuestionó la decisión adoptada tildándola de «torpeza política». Sin embargo, el lehendakari se mostró más preocupado por las posibles consecuencias en las urnas que del hecho en sí. Para López, la decisión de la Mesa fomenta el «victimismo» de Amaiur, al tiempo que recuerda la «representatividad» de la alianza abertzale. También desde el PSOE, Eduardo Madina defendió la posición de sus tres representantes en la Mesa debido a que el texto legal «no estaba bien sujeto» y confió en un nuevo informe. Por el contrario, Odón Elorza se mostró muy crítico con la abstención de sus compañeros.
Bildu, por su parte, consideró la decisión «fuera del sentido común». Maiorga Ramírez señaló que el PP es un partido que «todavía debe madurar democráticamente».
El PNV insistió en lo que ya había dicho desde el momento en el que se supo que Amaiur no tendría grupo e instó a la mesa a reconsiderar su situación. No obstante, su portavoz, Josu Erkoreka, interpretó la abstención de PSOE y CiU señalando que aceptan la fundamentación «jurídica» pero no la política, al tiempo que insinuaba que la coalición abertzale podía haber pedido un préstamo de votos a Geroa Bai e incluso al PSN.
Por su parte, IU, ERC y BNG se sumaron al rechazo a la decisión de la Mesa y coincidieron en valorar el veto en parámetros políticos. No obstante, la Chunta Aragonesista, que concurre con IU, se sumó también a las tesis del «victimismo» que han proliferado en los últimos días.
UPN abanderó el bloque del «no» escudándose en los mismos argumentos legalistas que sus socios del PP. Alberto PRADILLA