Saltó el escándalo y fruto de ello, ahora, todos dicen que lo quieren cambiar, que no se debía haber producido, que son casos muy concretos... ¿Nos lo podemos creer? Desgraciadamente, no. Solo podremos creerles cuando se demuestre, de forma fehaciente, que sus sueldos son los «normales», que dejan de llevarse comisiones, pensiones o sobresueldos escandalo- sos. Transparencia, esa es la clave. Que se sepa todo lo que esos políticos ingresan por los puestos que ocupan.

Una buena prueba sería saber si van a devolver lo que se han llevado de las cajas; esa sería una buena prueba de su voluntad. Desgraciadamente, dudo mucho que vaya a ser cierto lo que dicen y más todavía que lo devuelvan.

En LAB llevamos años intentando que fueran públicas las retribuciones de los consejeros y altos directivos de las cajas. Sin embargo, hasta la fecha no lo hemos conseguido. Vamos a insistir y, mientras tanto, sacaremos a la luz los datos que las propias cajas «dicen» ser lo que cobran sus directivos, aunque en ocasiones, como en Kutxa, lo que les dicen a los consejeros y consejeras y lo que comunican por obligación a la CNMV sea distinto. ¿Acaso ha sido un despiste que a los consejeros les hayan ocultado 243.000 euros el año pasado?

Este mismo año, tras aprobarse la Ley de Economía Sostenible LAB solicitó a las cajas que se cumpliera la misma. Creíamos que ya no habría excusas, como ocurrió en otra ocasión; creíamos que no se podrían oponer. Es más, lo tendrían que llevar a las asambleas generales de las cajas para su conocimiento y aprobación, así lo pone en la Ley. La sorpresa llegó al recibir la respuesta del presidente de Kutxa, dando un no rotundo a la transparencia, a informar a los conse- jeros y consejeras de la entidad de lo que sus altos directivos perciben. Además nos advierte de que quizás no vayan a facilitar ni lo que están percibiendo este año. Ahora salta a la luz el escándalo en Banca Cívica y Bankia por los sueldos millonarios que perciben quienes provienen de Caja Navarra y Caja Madrid, respectivamente; ahora se conoce el escándalo de las indemnizaciones en las cajas gallegas y conocemos también lo concerniente a las dietas que Barcina y compañía. han venido percibiendo. Todo ello pone al descubierto lo que muchos políticos o quienes ellos han nombrado para dirigir algunas cajas son capaces de hacer, cobrar y ocultar.

Mientras los políticos y banqueros desaprensivos gozan de retribuciones escandalosas; el paro aumenta de forma alarmante; los mileuristas llegan justo a fin de mes; a muchos ciudadanos y ciudadanas les quitan sus viviendas por no poder pagar sus hipotecas... El escándalo, sin embargo, no ha llegado a las cajas de la CAV, y no precisamente porque no esté ocurriendo, sino por la opacidad, la falta de transparencia de los hechos. No quieren que se conozca lo que perciben sus altos directivos y consejeros, no vaya a ser que tengan que rendir cuentas públicas.

Estamos empeñados en que se haga un ejercicio de transparencia. Si comparamos lo que ha pasado en Caja Navarra con los datos del resto de cajas vascas, quizás estemos solo ante la punta de un gran iceberg. Veamos lo que percibieron el año pasado:

Caja Navarra reconoce en su Informe de Gobierno Corporativo que el personal clave de la Dirección y el Consejo de Administración percibieron en 2010 unas remuneraciones de 1.974.000 euros, 12.000 euros en pensiones o primas de seguros y 312.440 euros en dietas, además de 314.405 euros de diferentes comités y comisiones.

En Kutxa, también en el Informe de Gobierno Corporativo, se indica que dichas remuneraciones son de 3.089.000 euros, 9.000 euros de las pensiones, 82.000 euros de dietas y otros 219.000 en otras reuniones.

En BBK las remuneraciones ascienden a 3.594.000 euros, 366.000 euros de pensiones, 118.000 euros de dietas y otros 39.000 euros en comités.

En Caja Vital las remuneraciones fueron de 458.000 euros, 1.000 euros en pensiones y 336.000 euros en dietas y otros 89.000 euros en dietas de la Comisión de Control.

Es la hora de la transparencia, de terminar de una vez por todas con el oscurantismo. Se tienen que conocer las suculentas dietas que algunos han venido percibiendo y esos sueldos que siguen estando ocultos pero que, estamos convencidos, son muy elevados en algunos casos, para poner fin a tanta tropelía.

Lo tienen fácil, no hay más que cumplir la Ley de Economía Sostenible, elaborar un informe anual donde se detallen, de forma completa, clara y comprensible, todas las retribuciones que se perciben de forma individual por cada uno de los donsejeros y demás miembros. Igualmente, se deberán someter a votación dichas retribuciones en las asambleas generales de las cajas, en punto separado del orden del día. Lo mismo debería ocurrir en Kutxabank; pronto lo vamos a comprobar. Habrá que mirar con lupa sueldos, pensiones, etc... y evitar tantos abusos como se han producido en todos estos años.

También deberían dar explicaciones los presidentes (Irala, Etxepare, Spagnolo, Rojo) que han dejado las cajas en los últimos tiempos, puesto que desconocemos en qué condiciones de salida, pensiones... lo hicieron.

Se está abriendo un nuevo tiempo y la transparencia debe ser fundamental. Si, además, tomamos medidas para que no se vuelvan a producir abusos como los ahora conocidos y se les exige que devuelvan lo que nunca debieron percibir, mucho mejor. Esa será la mejor prueba de que el cambio de verdad llega a Euskal Herria, también a las instituciones financieras.