El Gobierno ruso minimiza el impacto de las masivas protestas
El Kremlin minimizó ayer el impacto que las multitudinarias protestas contra el fraude en las pasadas elecciones parlamentarias pueda tener en el futuro político del primer ministro y candidato presidencial, Vladimir Putin, al considerar que todavía goza del apoyo de la mayoría de la ciudadanía del país, aunque, según los analistas, debería estudiar una revisión de su régimen.
GARA | MOSCÚ
El primer ministro ruso, Vladimir Putin, conserva el apoyo de la mayoría de la población como figura política y candidato presidencial para las elecciones del 4 de marzo de 2012, aseguró ayer el portavoz del Gabinete, Dmitri Peskov, quien señaló que las autoridades han escuchado y respetan el punto de vista de las decenas de miles de personas que el sábado volvieron a tomar las calles de las principales ciudades rusas para denunciar el fraude a favor del gobernante Rusia Unida durante las pasadas elecciones parlamentarias del pasado 4 de diciembre y reclamar nuevos comicios legislativos. No obstante, insistió en que son una minoría.
Vladimir Putin ha prometido una «modernización» del sistema político ruso, en el marco de la cual el presidente, Dmitri Medvedev, anunció el pasado jueves la reforma del sistema político y la ley electoral, incluyendo facilidades para el registro de partidos, y la restauración de la elección de los gobernadores regionales, designados a dedo por el Kremlin desde 2004.
Sin embargo, estos anuncios no impidieron que decenas de miles de personas volvieran a manifestarse para exigir la dimisión de Putin y unas elecciones libres. La protesta más multitudinaria tuvo lugar en Moscú, donde se manifestaron entre 29.000 y 120.000 personas, según las fuentes, pero también hubo manifestaciones en otras ciudades del país.
Decenas de personas fueron detenidas en diferentes ciudades, como San Petersburgo, Nizhny Novgorod y Barnaul, durante las protestas del sábado.
En las elecciones del 4 de diciembre el partido de Putin, Rusia Unida, logró conservar la mayoría absoluta en la Duma con 238 del total de 450 diputados, doce más de los necesarios para alcanzar la mayoría (226), según los resultados oficiales definitivos que la oposición considera falsificados. Con todo, el partido del Kremlin perdió 77 escaños respecto a los anteriores comicios legislativos, por lo que no tendrá la mayoría constitucional.
Ley de partidos
Las autoridades tratan de calmar el malestar cada vez mayor de la ciudadanía y el mismo sábado el Kremlin se apresuró a anunciar que acelerará la aprobación de una nueva ley de partidos, una de las principales demandas. Su portavoz Natalia Timakova indicó que el Gobierno pondrá en marcha un procedimiento simplificado para registrar nuevos partidos políticos en cuanto entre en vigor la correspondiente ley y no a partir de 2013 como se había indicado.
Pero a pesar de las masivas protestas, Putin sigue siendo el favorito para dirigir el país al menos los próximos seis años (podría renovar su mandato por otros seis) al margen de que su popularidad haya caído en picado y de que, por primera vez, parece que se vería obligado a concurrir a una segunda vuelta.
De hecho, analistas citados por AFP creen que estas manifestaciones han «desacralizado» al todavía primer ministro y a su régimen, que ha perdido su legitimidad, a menos de tres meses de las elecciones presidenciales, por lo que consideran que el hombre fuerte de Rusia debería considerar una revisión del mismo.
Los expertos estiman que las protestas van a continuar porque la opinión pública no considera al poder una «institución legítima». Aseguran que «el Gobierno, que teme que las cosas se compliquen, ha hecho concesiones, pero es tarde, eso es un signo de la situación prerrevolucionaria».
El ex presidente soviético Mikhail Gorbachov aconsejó al primer ministro ruso, Vladimir Putin, que presente su dimisión tras las multitudinarias protestas del sábado contra el fraude en las recientes elecciones parlamentarias.