Raúl Castro confirmó que el Gobierno de Cuba emprenderá «de forma paulatina» reformas en la legislación migratoria de la isla, aunque no ofreció detalles ni plazos. El anuncio fue realizado ante el pleno de la Asamblea Nacional, donde reafirmó «la invariable voluntad» de introducir progresivamente cambios, valorando «los efectos favorables y desfavorables de cada paso que demos».

«No pocos consideran urgente la aplicación de una nueva política migratoria, olvidándose de las circunstancias excepcionales en que vive Cuba bajo el cerco que entraña la política de injerencias y subversiva del Gobierno de Estados Unidos, siempre a la caza de cualquier oportunidad para conseguir sus conocidos propósitos», afirmó el presidente de Cuba.

En agosto, en ese mismo escenario, Castro abordó esa cuestión y señaló que el Gobierno estaba estudiando la «actualización» y «flexibilización» de la política migratoria vigente para «reducir prohibiciones y regulaciones» a los viajes de los cubanos al extranjero que perduraban «innecesariamente», en referencia al permiso de salida, llamado «tarjeta blanca», que se ven obligados a solicitar ante los servicios de emigración y que se empieza a considerar carente de sentido.

Oposición y medios extranjeros habían alimentado las expectativas en torno a esta cuestión en los días previos a la sesión plenaria del viernes en el Parlamento, pero Raúl Castro sólo ratificó su «invariable voluntad» de llevar a cabo esos cambios de forma paulatina.

3.000 indultos

Por eso, el viernes, el anuncio más importante fue el indulto de 3.000 presos, 86 de los cuales son extranjeros de 25 países.

La iniciativa fue explicada como «un gesto humanitario y soberano» que responde a la «política establecida» y a «solicitu- des de familiares e instituciones religiosas» y como una «muestra más de la generosidad y fortaleza de la Revolución».

De los indultos, que serán efectivos en los próximos días, no se beneficiarán, salvo contadas excepciones, los condenados por delitos de «espionaje, terrorismo, asesinato, homicidio, tráfico de drogas, pederastia con violencia, robo con fuerza en vivienda habitada, violación y corrupción de menores».

En el caso de los extranjeros, el indulto se concederá con la condición de que sus países de origen acepten la repatriación. Fuentes de la Cancillería informaron a Efe que entre los beneficiados no está el «contratista» estadounidense Alan Gross, condenado a 15 años por planes subversivos contra la isla.