Con el objetivo a nivel de Euroliga cumplido, el Gescrap Bizkaia Bilbao Basket espera con toda la calma del mundo la llegada del miércoles. No porque le vaya a caer inocentada alguna, sino porque es el día 28 el elegido para celebrarse el sorteo del Top 16. Dicho sorteo se celebrará en Barcelona, a partir de las 13.00.

Sin ninguna presión clasificatoria ni nada que perder en consecuencia, los aficionados bilbainos suspiran por que los equipos más punteros del panorama continental se den un garbeo por Miribilla y prueben su celebérrimo «efecto». Los de Katsikaris apenas van a tener restricción ninguna, salvo sus «compañeros de clasificación» del grupo A y los cuartos clasificados; es decir, Fenerbahçe-Ulker, Olympiacos y Cantú, y Zalgiris, Milano y Galatasaray.

CSKA de Moscú, el ideal

Un bonito grupo lo conformarían el CSKA de Moscú, Montepaschi Siena y Anadolou Efes, por ejemplo. Cambiar al Barcelona o el Real Madrid por los rusos, Maccabi o Panathinaikos por el conjunto transalpino, o Unics Kazan o el propio Unicaja tampoco estaría mal. Si lo visto hasta ahora por Bilbo ha hecho frotarse los ojos a la hinchada, lo que queda por venir debe ser el acabose.

Obviando a los muy conocidos equipos ACB, como ejemplo palmario de lo que es el acabose no puede resultar otro conjunto que el CSKA de Moscú. La escuadra del Ejército Rojo pasó un muy mal año, pero los rublos han vuelto a acudir y además ha sabido pescar muy bien en los ríos revueltos del lockout de la NBA -más bien, en el «zoco» de los agentes libres- y la crisis por Grecia. Así, se ha hecho con jugadores como Kirilenko -de baja por culpa de una fractura de nariz y en el aire su regreso al CSKA, ya que puede volver a la NBA si le llega alguna buena oferta- y Krstic de la NBA y Teodosic del Olympiacos.

De su mano, los moscovitas han logrado ser los únicos invictos de la primera fase. Los entrenados por el lituano Jonas Kazlauskas tienen la segunda mejor marca anotadora -87,0 puntos por partido por 87,9 el Real Madrid- y la cuarta mejor en defensa, con 72,9 puntos en contra de promedio.

Un incompatible con el CSKA, ya que también proviene del grupo B, sería el Panathinaikos, vigente campeón de Euroliga. Los de Obradovic no tienen a ningún anotador destacado -Diamantidis es su máximo anotador, con 10,8 puntos nada más-, pero Diamantidis y Calathes son dos de los mejores asistentes de la Liga regular -8,4 asistencias entre ambos, así como 3,2 robos- y además, sabido es que los atenienses mejoran según avanza el campeonato.

El que ha cambiado es el Maccabi. Los israelíes solían jugar a meter una canasta más, pero este año han apretado las tuercas en defensa. Han notado el regreso de Farmar a la NBA, pero los de David Blatt, con los helenos Schortsianitis y Papaloukas, amén de David Blu, Langford o el exbaskonista Eliyahu, siempre son un dolor de cabeza.

Por último, Anadou Efes y Montepaschi Siena también podrían aparecer por Bilbo. Entre los otomanos, que han llevado a cabo una primera fase irregular, los exbaskonistas Barac y Batista no andan muy finos, pero el ex de los Lakers Vujacic y Savanovic forman un dúo letal.

Los italianos, por su parte, han perdido fuelle. Con todo McCalebb, con sus 17,9 puntos por partido, es capaz de todo, sobre todo si cuenta con escuderos de la talla de Igor Rakocevic y David Andersen. Ojo también a la regularidad y solidez de un discreto Unics Kazan.