Raimundo Fitero
Cómicos unidos
Un anuncio de una marca de embutidos se convirtió en uno de los vídeos más visitados en YouTube en los días previos a su emisión como tal publicidad, el pasado sábado antes del discurso del suegro de Urdangarin. Ahora que lo pienso, como se trata de un anuncio de chorizos, pues han elegido el lugar más acertado. Bueno, a lo que íbamos, tuerta. Ese anuncio, realizado por Álex de La Iglesia, reúne a un buen puñado de cómicos, de humoristas, de cuenta-chistes, de parodistas, actrices cómicas, presentadores o dibujantes. Varias generaciones encabezadas por Santiago Segura que a la vez es el narrador, que nos cuentan una historia, una bella historia que es, a su vez, un homenaje a uno de los más grandes cómicos, humoristas, escritores, dibujantes de humor, actor y director de teatro y cine, y hombre comprometido con su tiempo, Miguel Gila.
Un despliegue sin igual, una reunión de personalidades, en algunos casos con un detalle muy sentimental, como es el abrazo entre los miembros de Martes y Trece, que debían llevar varios años que solamente se relacionaban para pasar cuentas contables, al igual que un detalle entre Esteso y Pajares, otra pareja que por cuestiones diversas estaban my separados. Todos, en la ficción del anuncio, concurren una mañana en un cementerio donde está la lápida de Miguel Gila, y se preguntan «¿con la que está cayendo se puede intentar hacer reír a la gente?» y la respuesta llega a los móviles de todos los convocados a esa escena y aparece un trozo de una actuación de Gila, en sus momentos más brillantes, memorables y recordados, cuando trataba asuntos de la guerra.
Estos cómicos unidos despiertan la nostalgia, las emociones, y se preguntan muchos, si Miguel Gila, no merecería otro tipo de homenaje mucho más importante y no éste tan espurio, tan comercial, tan publicitario. Lo bueno del anuncio es que formalmente está my bien realizado y que puede colar, perfectamente, como un documento, como una postal audiovisual, como un mensaje de esperanza, como un canto a mirar la vida, sus circunstancias, por muy duras que sean, con los ojos de un humorista que ama, por encima de todas las cosas, a los seres humanos.