El inspirador de «Intouchables» vive intensamente su nueva vida
¿Una discapacidad puede servir para abrirse al mundo? ¿Puede ser más una ventaja que una desventaja? La respuesta, paradójicamente, es afirmativa sin ningún tipo de dudas para Philippe Pozzo di Borgo, en cuyas memorias se inspira «Intouchables», el gran éxito del cine francés.
Henri MAMARBACHI-AFP | ESSAOUIRA
«Si llegase a dudar o a arrepentirme del pasado, estaría muerto», reconoce el autor de «Le second souffle« (que se podría traducir por «El segundo aliento», editorial Bayard), un título que sigue encabezando las listas de ventas de no ficción en el Estado francés. Reeditado con un nuevo prefacio, a raíz del éxito espectacular que ha tenido su versión cinematográfica, en la que François Cluzet le da vida en la gran pantalla, el libro está basado en la vida del propio Philippe Pozzo di Borgo. Tetraplégico a consecuencia de un accidente, se ha instalado en Marruecos en su nueva vida, acompañado por su joven esposa Khadija y sus hijas adoptivas. Puede leer «a lo largo del día» gracias a una especie de varita especialmente diseñada para él.
«Sólo vivimos a través de los ojos del Otro, está claro; es él quien nos da la vida», dice suavemente Pozzo di Borgo, nacido en 1952. «Quería escribir un libro que no fuera un mero entretenimiento (...), ni tampoco de un optimismo desaforado».
«Le second souffle» narra una historia de amistad, amor y otras cosas, sean los protagonistas discapacitados o no: la amistad entre un rico aristócrata con Abdel -interpretado en la gran pantalla por un estupendo Omar Sy-, un cuidador argelino procedente de un barrio pobre de la periferia parisina; el amor hacia su primera mujer, Beatrice, fallecida a consecuencia de una extraña enfermedad de la sangre, y su actual amor por Khadija. «Esto es lo que me salva», replica con humor.
Instalado en Marruecos desde 2003 por consejo de sus médicos, Philippe Pozzo Borgo reside cerca de Essaouira (el sur del país), en la costa atlántica, en una hermosa villa blanca rodeada de huertos. Para llegar a allí, hay que seguir una pista que discurre a las afueras de la antigua Mogador, la capital musical del reino, que acoge varios festivales de música, locales y occidentales.
«Me aconsejaron Essaouira debido a mi enfermedad. Esta es la única ciudad del mundo que tiene un clima beneficioso para mi salud, con una temperatura que varía entre máximas de 25 grados y mínimas de 16», explica. «Por razones puramente neurológicas sufro mucho con el clima francés. Abdel me traía a Marruecos en invierno con mis hijos para librarme del dolor. En el invierno de 2003 me instaló aquí, me encontré con mi mujer y decidí quedarme. Él también se casó y regresó a Argelia, donde trabaja en la ganadería».
Vivir más intensamente
Con su discapacidad, el ex empresario impaciente, ex director de la firma de champán Pommery (LVMH) y heredero de dos grandes familias francesas, se ha convertido en un sabio. También descubrió la exclusión y el sufrimiento como resultado de una caída en parapente que le dejó tetrapléjico para el resto de su vida.
«Prefiero la riqueza de mi parálisis a la de mi clase: tengo la impresión de que vivo más intensamente, de que soy más humano», desliza sin ninguna clase de vanidad en sus palabras. En la sala de su casa, construida por un arquitecto de Guinea Bissau, hay un piano de cola. «Cuando estoy triste o me duele el cuerpo, me encanta escuchar música en mi habitación».
Tan amante del arte en la pantalla como en la vida real, se ha rodeado de obras modernas de artistas marroquís. «Si la gente aplaude al final de la película, creo que ellos se aplauden a sí mismos; y si lo hacen es que se dicen, `bueno, al final no es tan terrible como parece'».
Philippe Pozzo di Borgo, un empresario de éxito y miembro de la alta alcurnia francesa tetraplégico a consecuencia de un accidente de parapente, narra en «La second souffle» su historia de amistad con Abdel, su cuidador argelino. La novela, un éxito de ventas, ha sido llevada al cine y está batiendo todos los récords en las salas francesa.
«Intouchables», co-dirigida por Eric Toledano y Olivier Nakache, pasó la semana pasada la barrera de los 13 millones de espectadores en las salas francesas. Estrenada aquí en la clausura de la Sección Oficial de la pasada edición del Festival de Cine de Donostia, la llegada a las salas comerciales estatales de esta emotiva y divertida comedia está prevista para principios de marzo del año próximo, bajo el título de «Intocable». La película se centra en la relación de amistad que nace entre un millonario tetraplégico (François Cluzet, uno de los actores más populares del cine francés) y un joven de los suburbios (el cómico Omar Sy), contratado como auxiliar de ayuda a domicilio. Mientras al burgués Philippe le encanta escuchar música clásica, a Driss le gusta bailar al son de Earth Wind and Fire. Los dos universos chocan creando situaciones graciosas. Dos semanas después de su estreno ya se habían vendido 5 millones de entradas en el Hexágono -más que para «Las Aventuras de Tintín», dirigida por Steven Spielberg- y las colas siguen interminables en las más de 600 salas de cine que la proyectan.
GARA