Raimundo Fitero
Patologías televisivas
Los canales temáticos, o monotemáticos, solamente son viables cuando se trata de un club de fútbol de raigambre, masa social suficiente y éxitos que celebrar. El resto malvive con esfuerzo, intentando que su supuesto tema sea muy amplio, algo así como una cadena de género, muy claro en cuanto a marcar tendencias sobre un tipo de mujer, y ahora con el intento que nos llega de hacer lo mismo, pero destinado a los varones, posmodernos, que se ocupan de su cuerpo.
En alguna plataforma de pago hay canales dedicados las veinticuatro horas a pasar cine español de la primera mitad del siglo pasado. Es vivir en la nostalgia perenne. Recordar a esos artistas fallecidos, y recordar algunos de los títulos que pueblan «Cine de barrio», pero en sesión continua, parece una actividad de jubilados o ancianos con problemas de movilidad y, sin embargo, tiene su cuota de pantalla amplia.
Estas aficiones, amores, dedicación casi en exclusiva a un canal no puede considerarse de otra manera que como una patología individual, colectiva, televisiva. En territorio propicio, he sufrido tres días en los que se han revisado los últimos partidos del Barça, en su canal propio. No es que sea opio, es que es ketamina en mando a distancia, para desquiciar. Los aficionados absortos, se sienten felices, porque no se ofrece nada más que partidos donde el equipo ha salido triunfante.
Es un regodeo, una alienación que puede provocar disfunciones eréctiles, colapsos linfáticos; porque todo ello se hacen con la memoria activada, recordando tal pase, tal centro o ese gol tan espectacular. Se lo saben al dedillo, los han visto ya en varias ocasiones. Pánico es lo que genera comprobar como gente de tu entorno está en tal proceso de deterioro que una y otra vez reacciona de la misma manera, celebrándolo con cava, como si fuera en directo. Una programación continua: cada dos horas, un partido, y sin parar. En los intermedios, más doctrina culé, más mundo blaugrana. Esto en el canal del Barça, pero en TV3, para navidades, partidos, selección de goles y especiales sobre lo mismo. Un abuso. Hay que hacérselo mirar.