Afganistán aceptará una oficina de relaciones de los talibanes en Qatar para comenzar las conversaciones de paz, pero ningún agente extranjero podrá involucrarse en el proceso sin su consentimiento, manifestó ayer el Alto Consejo para la Paz de Afganistán, organismo impulsado por el propio presidente Hamid Karzai, en una nota remitida a misiones extranjeras.

Este anuncio se produce poco después de que se difundiera un supuesto acuerdo secreto entre los talibanes y representantes de Estados Unidos, con el apoyo de Alemania, para la apertura de una oficina en Doha.

Autoridades estadounidenses han mantenido a lo largo de este año media docena de encuentros, la mayoría en Alemania y Doha, con emisarios del mulah Omar para tratar de impulsar un proceso de diálogo entre la milicia y el Gobierno afgano. El Alto Consejo para la Paz advirtió en su misiva de once puntos que sólo habrá negociaciones cuando dejen de atentar contra los civiles y de tener relaciones con Al Qaeda y acepten la Constitución, sobre todo, en lo referente a los derechos de las mujeres. Asimismo, subrayó que cualquier proceso deberá contar con el apoyo de Pakistán.

«La República Islámica de Afganistán está de acuerdo con la apertura de una oficina para la oposición armada, pero únicamente para avanzar en el proceso de paz y llevar a cabo las negociaciones», resaltó.

«El Gobierno quisiera que la oficina estuviera en Arabia Saudí o Turquía, dos países cercanos geográficamente, pero no se opone a que se abra en Doha o en cualquier otro país -la única condición es que sea islámico- siempre y cuando la autoridad del Estado afgano no quede erosionada y la oficina se establezca únicamente para las negociaciones», enfatizó.

Un funcionario del Alto Consejo para la Paz afirmó bajo condición de anonimato que todavía no ha habido «ningún contacto formal» con los talibanes. «Lo hemos intentado varias veces, pero aún no ha habido resultados tangibles», señaló.

La pasada semana, Karzai llamó a consultas a su embajador en Doha para protestar por las supuestas negociaciones secretas con los talibanes.

Las autoridades mostraron su preocupación por las informaciones que apuntan al traslado de un pequeño grupo de prisioneros afganos desde Guantánamo a Doha como preludio de las negociaciones. «Somos un país soberano. No se puede trasladar a nuestros prisioneros de un país a otro, cuando ya de por sí es una violación tenerlos en Guantánamo», remarcaron.