La actividad del Puerto de Pasaia ha sido un incentivo para las empresas y ha generado empleo e impulsado el crecimiento económico durante años en las comarcas de Oarsoaldea y Donostialdea. No obstante, su actividad conlleva también efectos nocivos para la salud. Una balanza que asociaciones vecinales, ecologistas, sindicatos y ayuntamientos han intentado reiteradamente equilibrar.

Con el objetivo de regular la actividad diaria y las emisiones nocivas, Julen Mendoza, Amaia Agirregabiria, Juan Karlos Izagirre y Ainhoa Zabalo -alcaldes de Errenteria, Pasaia, Donostia y Lezo, respectivamente- solicitaron ayer reactivar el grupo de trabajo interistitucional que se creó en el año 2000 a fin de alcanzar una solución duradera. Para ello, han convocado al Gobierno de Lakua, la Autoridad Portuaria de Pasaia (AAP) y la Diputación de Gipuzkoa a una reunión que tendrá lugar en la casa consistorial de Pasaia el próximo 9 de enero.

Éste no será el segundo intento institucional por alcanzar un acuerdo, ya que en 2006 también se reunieron la APP, el Ayuntamiento de Pasaia, Lakua y la Diputación, pero en aquella ocasión las conversaciones resultaron infructuosas. Y el año pasado lo intentaron con Lakua, también con el mismo resultado.

Las negociaciones están paralizadas desde entonces, fruto de un «bloqueo político». Los citados alcaldes buscan que ésta sea la definitiva, por lo que Mendoza destacó que la buena voluntad interistitucional «debe existir» y que, partiendo de esa base, deben alcanzarse unos mínimos. También recordó que las multas y las denuncias contra la APP «están ahí», y que el Ayuntamiento de Pasaia mantiene contenciosos con ella.

«¿Por qué aquí no?»

En nombre de los cuatro ayuntamientos, Amaia Agirregabiria recordó que las denuncias formuladas por las vecinas y vecinos más cercanos al ámbito portuario son innumerables, si bien matizó que no se tratan de quejas por la actividad portuaria en sí, sino por la manera de operar. «Podemos afirmar que el control medioambiental de las actividades que se ejercen en el puerto de Pasaia quedan realmente lejos del control asumido en otros puertos del Estado y, sin ir más lejos, del puerto de Bilbao. ¿Por qué aquí no?».

Según explicaron, se trata de la descarga de graneles sólidos, como la chatarra, la magnesita, el fosfato o el carbón. Actividades que acarrean efectos nocivos para la salud de las personas y también para el medio ambiente. «La contaminación acústica y atmosférica, unida a la contaminación del suelo y del mar, afecta especialmente a la población cercana, así como al hábitat natural de la zona», manifestó.