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Burgos, La Rioja y Soria siguen siendo los destinos preferidos de los futbolistas vascos

Soria, Burgos y La Rioja han sido durante muchos años, y siguen siendo, los destinos favoritos de los futbolistas vascos que deciden salir de Euskal Herria para poder jugar y continuar viviendo del fútbol. Además de la oferta económica, lo que más valoran es poder estar cerca de casa.

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Jon LEUNDA

La Rioja, Soria y Burgos han sido y siguen siendo tres de los destinos preferidos de los futbolistas vascos. En equipos de estas tres provincias hemos visto a muchos jugadores que han salido de la cantera de los equipos vascos, como sucede actualmente y, probablemente, continuará en el futuro. Es una gran oportunidad para poder vivir del fútbol y estar cerca de casa.

De todas formas, el fútbol en Burgos capital y Logroño es muy convulso, con más de un Logroñés y con más de un Burgos, por lo que es lógico que más de uno se confunda.

Gimnástica Burgalesa fue el equipo que cuajó en Burgos, para pasarse a llamar Burgos CF a finales de los 40. Los blanquinegros llegaron a Primera en la década de los 70, y en él ya militaban muchos futbolistas vascos. Pero, poco a poco, las deudas fueron creciendo y, a principios de los 80, el club no pudo hacer frente a la falta de liquidez y tuvo que dejar de competir. Su filial, el Burgos Promesas, estaba en Tercera, y se fundó un nuevo club, el Real Burgos, que cogió la plaza del anterior filial, en Tercera División.

La progresión del nuevo club fue muy rápida y a principios de los 90 ya estaba en Primera División, aunque sus directivos no tuvieron muy en cuenta lo que había pasado con el Burgos CF y, a mediados de los 90, la acumulación de deudas le hizo imposible continuar. Justo cuando el Real Burgos agonizaba prescribían las antiguas deudas del Burgos CF, por lo que pudo volver a competir, llegando hasta Segunda División. Cuando estaba a un paso de Primera, no consiguió convertirse en sociedad anónima, requisito imprescindible para seguir en el fútbol profesional, y le bajaron a Segunda B, categoría en la que compite actualmente.

Y ahora también han prescrito las deudas del Real Burgos, que esta campaña ha vuelto a competir y se ha marcado como objetivo subir escalones cuanto antes. En el año 2000 también reapareció el Burgos Promesas, creado por exjugadores del Burgos CF y Burgos Promesas y, además, el único club que cuenta con una ciudad deportiva en la capital. Por tanto, ahora hay tres Burgos.

En Logroño pasa algo parecido, aunque en otras circunstancias. El CD Logroñés ha sido el equipo más fuerte, con diferencia, de la capital riojana. Llegó a Primera a finales de los 80, pero las ganas de darse a conocer y hacer negocios de algunos empresarios y políticos llevaron al club a la ruina. Con una tremenda deuda y varios descensos federativos, el club se vio abocado a la desaparición hace cuatro temporadas, cuando a mitad de campaña se marcharon todos sus futbolistas, entre ellos Fernández, Elisalde e Idarramendi, los tres jugadores vascos que quedaban en Logroño. El equipo no podía fichar a nadie y tuvo que dejar de competir.

Ya antes, en el año 2000, aparecía el Recreación la Rioja, que posteriormente pasó a llamarse Logroñés CF, un club que tenía dinero, pero que nunca consiguió mover a la masa social. Hace cinco temporadas, cuando el equipo bajó de Segunda a B a Tercera, dejó de competir. El problema no era económico, ya que en ese aspecto el club estaba saneado, sino que no tenía apoyo de los aficionados y los directivos decidieron abandonar.

En el 2000 surgió también el Fundación Logroñés, con el mismo propósito que el Logroñés CF, tratar de ocupar el lugar del moribundo CD Logroñés. Acabó de la misma forma que el Recreación, con la diferencia de que tuvieron graves problemas económicos y las deudas le obligaron a desaparecer. Dos equipos llamados a ocupar el lugar del CD Logroñés, pero los dos se marcharon antes que el histórico y sin cumplir los objetivos.

Hace cuatro temporadas el Varea, otro de los equipos queridos de la ciudad, logró el ascenso a Segunda B. Entonces, un conocido empresario adquirió todos los derechos del club y fundó la UD Logroñés, equipo que aahora milita en la Segunda B. La UDL no tiene nada que ver con el Varea, ya que los de la barriada de Logroño cedieron sus derechos y volvieron a empezar de cero -y de hecho el primer equipo ya está en Tercera y con muchas opciones de lograr el billete para jugar el play off de ascenso a Segunda B-.

Mientras tanto, muchos socios del histórico no estaban de acuerdo con lo que estaba pasando y crearon a su vez la SD Logroñés, equipo que milita en Tercera División y uno de los candidatos para ascender a Segunda B. De hecho, siempre han dejado claro que su objetivo era ocupar el puesto del CD Logroñés hasta que pudiera volver a competir, y que en ese momento cederían la plaza al equipo más querido de la capital.

En Soria, en cambio, no ha habido estos problemas. La directiva del conjunto rojillo siempre ha sido muy sensata y ha tenido claro que van a seguir adelante con lo que tienen, sin gastar un dinero que no tienen. Es uno de esos equipos al que quieren ir muchos futbolistas. Siempre han dejado claro que las ofertas no son suculentas, pero tampoco ha habido -hasta el momento- problemas de cobro y, tal como está el fútbol, es un dato muy a tener en cuenta. Además, de cara a nuestros futbolistas, está muy cerca de Euskal Herria. Por eso no es de extrañar que en la actualidad sea el equipo con más futbolistas vascos en la Segunda División, aunque cuando estaba en Tercera o Segunda B ya contaba con jugadores de nuestra tierra.

Muchas razones, pero una común

Las razones que han llevado a los jugadores vascos a recalar en estos clubes es variada, pero seguir estando cerca de casa es una de las cosas que siempre han valorado. «Cuando yo salí del Sanse la mejor oferta era la del Burgos CF. Estaba cerca de casa y era un equipo que andaba entre Primera y Segunda. Tampoco había demasiadas opciones. Si quería seguir cerca de casa solo estaban entre Primera y Segunda Alavés, Athletic, Osasuna y Burgos CF, no había más opciones a ese nivel. El que se interesó por mí fue el Burgos, y aquí vine», explica José María Bautista, exjugador del Burgos CF, Real Burgos y actual entrenador del Burgos Promesas.

«En nuestra época, tuviéramos la edad que tuviéramos, mirábamos mucho la categoría. Conmigo vino alguno más del Sanse, y de antes ya estaban unos cuantos. Ahora pienso que se mira más lo económico. Antes también estaba la mili. Eran muchos los que venían a hacer la mili a Burgos y jugaban en el Burgos CF o en algún equipo de la provincia y después seguían aquí. Creo que en cada época ha habido una circunstancia», añade.

Diez años antes, el portero azkoitiarra Enrique Larrañaga hizo el mismo camino, pero en vez de a Burgos se fue a Logroño. «Cuando estábamos en el Sanse, los equipos cercanos como el Alavés, Burgos, Osasuna o Logroñés estaban siempre pendientes de los descartes de cada temporada. A mí me hizo la oferta el Logroñés, en el que estaba de entrenador Román Galarraga, y me marché a Logroño. Jugué tres años en Segunda y otros tres en Tercera. En aquella época si no llegabas al primer equipo de la Real, las salidas más lógicas eran esos equipos, aunque alguno podía ir al Athletic o al Sporting. Eran equipos de un muy buen nivel, se ganaba dinero y, además, estábamos cerca de casa. Hoy en día pienso que lo que más se mira es el dinero, a veces por encima de la categoría, y antes lo primero era ver en que división estaba y si estaba o no lejos de casa», afirma.

Nombres conocidos

En los diferentes Burgos han jugado futbolistas de gran nombre. En la Gimnástica Burgalesa el hernaniarra Pasieguito, que luego triunfó en el Valencia, pero también Eguren, Basabe o Zubizarreta, entre otros. Por el Burgos CF han desfilados jugadores de mucho nombre, porteros como Aizpuru, Bilbao, Santesteban, Gorospe, Díaz o Aurreko. En jugadores de campo tampoco han faltado nombres importantes, como Aitor Agirre, Alkorta, Olalde, Igartua, Iriarte, Azkargorta, Bautista, Iraola, Heras, Aduriz, Alberdi o Cuyami, entre otros muchos futbolistas. Esta temporada, Aurreko, Carracedo y Urbano son los únicos que se mantienen en el club.

Pese a que el Real Burgos tiene mucha menos historia, también ha tenido a jugadores muy importantes en su plantilla, como Elduaien, Loren, Aiukar, Joseba Agirre, Bengoetxea, Olaizola, Gonzalo, Bautista, Salcedo, Eizmendi II, Aretxabaleta, Gregori o Ribera, que han desfilado por El Plantío.

En el CD Logroñés también han recalado muy buenos futbolistas a lo largo de su historia, como Manterola, Zubillaga, Argiñano, Eraso, Larrañaga, Iriarte, Ondarru, los primos Otxotorena, Lopetegi, Sarabia, Iturrino, Aranalde, Aldeondo, Elgezabal, Mendilibar y, seguramente, el más carismático de todos ellos, Miguel Ángel Lotina, hoy entrenador.

El Logroñés CF, aunque no estuvo muchos años compitiendo, sí se fijó mucho en futbolistas vascos. Allí estuvieron Arrieta, Jusué, Alberto Alejandro, Alberdi y Azparren entre los más conocidos. En el actual UD Logroñés podemos encontrar a Albistegi, Ormazabal, De Paula, Dañobeitia y Manu García. En la SD Logroñés no tenemos a nadie, el más cercano es Gerardo, un riojano con pasado en clubse vascos, entre ellos la Real Sociedad.

En el Numancia también han militado muchos futbolistas vascos. Larrauri, Soroa, Bedia, Mujika, Barbarín, Murillo, Artigas, Lafuente, Goiria, Iñigo Vélez, Felipe Guréndez, Balenziaga, o el más emblemático de los últimos años, como ha sido José Javier Barkero. En la actualidad, los sorianos cuentan con Nagore -que es su capitán-, Unai, Larrea, Díaz de Cerio y Jaio en su plantilla.

Pero, sin lugar a dudas, los dos equipos no vascos que cuentan con más jugadores de Euskal Herria actualmente son el Mirandés -en Segunda B- y el Haro -en Tercera-, y ambos aspiran al ascenso para disputar la próxima temporada en una categoría superior. La cercanía con Araba y Gasteiz facilita que ambos equipos puedan contar con muchos jugadores de Euskal Herria. Están a un paso de la capital alavesa, lo que permite a muchos jugadores vivir en Gasteiz, e incluso a algunos en sus domicilios de Gipuzkoa, Bizkaia o Nafarroa, ya que hay de todo.

Burgaleses y riojanos siempre se han fijado mucho en Euskal Herria para confeccionar sus plantillas, y no hay más que repasar sus equipos de pasadas temporadas para reconocer muchas caras. En la actualidad, la plantilla de Miranda de Ebro reúne a 12 jugadores vascos, más de la mitad del equipo: Aitor Blanco, Caneda, Garmendia, Raúl García, Iribas, Martins, Muneta, Garro, Alain, Barahona, Lanbarri y Mujika. También Carlos Pouso, el entrenador, es vizcaíno.

Pero, si miramos atrás, han sido muchos los que allí han jugado. Los Barriola, Muñoz, Borda, Lucas, Urkiaga, Urretxo, Olabe... y una larga lista de jugadores para un club que siempre ha estado muy vinculado al fútbol vasco, posiblemente mucho más cercano que el de Castilla y León, no sólo en kilómetros, sino también en la forma de ver y de comprender el deporte del balompié.

En Haro la cantidad de jugadores vascos que hay esta temporada no llega a la que tiene el Mirandés, pero tampoco anda muy lejos. Beraza, Martínez, Urtzi, Aimar, Gerika, Ibarra, Gallo y Unai son los que están en el primer equipo. Antes también han pasado muchos vascos por El Mazo, donde han dejado gratos recuerdos a sus aficionados.

Por lo que se ve, los jugadores vascos tienen donde elegir cerca de casa, y ahora más que nunca, con tantos Burgos y Logroñeses, pero lo importante es que los mandatarios de esos clubes no caigan en errores del pasado y luego sean los jugadores quienes tengan que pagar los platos rotos. De momento, los Burgos están en categorías diferentes y los Logroñeses también, pero a lo mejor en la próxima temporada todos pueden estar en una misma división y se podría ver más de un derbi por capital. La noticia no sería mala para los futbolistas, ya que cuantos más clubes, más opciones para jugar en equipos de renombre y cerca de casa.

 

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