NUEVO TIEMPO EN EUSKAL HERRIA
Un día fruto del trabajo de muchos meses
La manifestación que el pasado sábado reunió a al menos 110.000 personas mostró que la reivindicación del respeto a los derechos de los presos políticos es una demanda asumida por la mayoría de la sociedad vasca. Además, la impresionante imagen que quedó grabada en las calles de Bilbo es el reflejo del trabajo cotidiano de miles y miles de personas durante meses.
Martxelo DÍAZ
Las cifras de la preparación de la manifestación de Bilbo son tan «colosales» como la asistentes. Más de 300 autobuses se desplazaron desde distintos puntos de Euskal Herria. En los días previos se distribuyeron más de 200.000 trípticos con las revindicaciones de la manifestación y se colocaron más de 30.000 carteles. Las adhesiones a la convocatoria superaron las 15.000 y hubo casi un centenar de vídeos colgados en Internet llamando a la cita. Más de 500 personas dieron cuerpo y alma a la organización el mismo sábado...
Quienes han trabajado en las distintas comarcas de Euskal Herria para que la manifestación de Bilbo fuera un éxito coinciden al señalar que lo que sucedió el sábado no fue fruto del trabajo, más o menos intenso, de un par de semanas, sino que es una muestra del esfuerzo que han realizado durante meses.
Es el caso de Zarautz, donde en 2011 han salido a la calle en repetidas ocasiones; por ejemplo, para reclamar la puesta en libertad de su vecino Joxe Mari Pérez, Txuri, que lleva 24 años encarcelado, o para denunciar que Aritz Labiano, Labi, y Haritz Gartxotenea, Zaporra, fueron encarcelados tras un juicio en el que la única prueba fue la declaración de un testigo anónimo que dijo que les oyó gritar «Gora ETA!» en una manifestación.
También en Lea-Artibai, al igual que en otras muchas comarcas, se han llevado a cabo movilizaciones novedosas en defensa de los derechos de los presos, como el lipdub que grabaron en Lekeitio.
Tanto en Zarautz como en Lea-Artibai coinciden al señalar que este trabajo ha provocado que la conculcación de derechos que padecen los presos estuviera presente entre la ciudadanía, lo que, unido al nuevo momento político, ha supuesto que muchas personas que habitualmente no acudían a este tipo de citas salieran a la calle.
No obstante, para lograr esas nuevas adhesiones también fue preciso dar un acelerón al trabajo en las últimas semanas. Así, en Zarautz buzonearon con los trípticos todas las casas de la localidad y grabaron un vídeo en el que los familiares de presos llamaban a acudir a Bilbo el día 7. Incluso los presos zarauztarras tomaron parte en los preparativos, ya que enviaron cartas en las que instaban a sus vecinos a acudir a la manifestación que se colgaron en el blog que pusieron en marcha a nivel local. También recorrieron la localidad con megafonía con la cuña de la convocatoria...
El resultado fue que se organizaron nueve autobuses desde esta localidad guipuzcoana, rompiendo todas las marcas de convocatorias similares anteriores. «Ha sido impresionante. Los últimos tres autobuses se llenaron en los dos últimos días», destacan los organizadores zarauztarras.
En otras localidades, como las navarras Kaseda o Sartaguda o las guipuzcoanas Leaburu y Gaztelu se montó un autobús por primera vez. Según explican los organizadores de los dos pequeños pueblos de Tolosaldea, en Leaburu hay actualmente un preso político, por lo que decidieron afrontar este reto. Para ello, buzonearon los trípticos y una hoja en la que informaban que podían apuntarse para los autobuses en los bares de los dos pueblos. Como destacan, el resultado fue que se llenó con gente de distintas opiniones políticas.
En Ibarrangelu, Ea y Elantxobe también consideran histórico haber organizado varios autobuses. En Ea, desde donde salieron dos vehículos de este tipo, optaron por contactar con colectivos concretos, como cuadrillas o asociaciones de comerciantes o taberneros, que se sacaron una foto animando a secundar la convocatoria.
Iniciativas como estas se han sucedido en la práctica totalidad de las localidades vascas. En Iruñerria el trabajo también se multiplicó en las últimas semanas, ya que además de socializar la convocatoria de Bilbo se organizó la cita anual de Hatortxu Rock, en esta ocasión en Atarrabia. Miles de personas participaron el mismo fin de semana en esta otra iniciativa, más lúdica pero también reivindicativa, a favor de los presos políticos vascos.
En lo que se refiere a las muestras de solidaridad llegadas desde fuera de Euskal Herria, Teruel «también existe», lo que quedó demostrado en el vídeo que grabaron tres militantes de Purna -organización juvenil de la izquierda independentista aragonesa-. En Zaragoza, también se hizo otro vídeo a instancias de la Coordinadora Aragonesa por la Negociación y el Diálogo. Asimismo, unos 50 aragoneses participaron, con bandera propia, en el bloque internacionalista de la manifestación de Bilbo. Algunos de ellos viajaron en el autobús organizado en Tutera; otros lo hicieron en sus coches. Antes habían difundido el manifiesto en medios alternativos como Arainfo o el portal digital en aragonés Arredol. «En Bilbo, los internacionalistas recibimos el aplauso de los familiares de los presos. Fue el mejor fruto del trabajo que realizamos», comenta un miembro de la Coordinadora.
El recurso solicita que la Audiencia Nacional acuerde que la resolución dictada por el juez Marlaska «es nula de pleno derecho y, subsidiariamente, que no hay actuación ilegal ni sancionable alguna en la exhibición de fotografías de presos».