En un año marcado por el terremoto y el posterior tsunami del pasado mes de marzo, la selección femenina de fútbol acaparó buena parte de las buenas noticias para Japón. El lunes se vio recompensada en la entrega de premios de la FIFA a los protagonistas mundiales del fútbol en 2011, al monopolizar los galardones en categorías femenina.

La capitana nipona Homare Sawa, que ya se había adjudicado la Bota de Oro en el pasado Mundial, se hizo con el Balón de Oro, que recibió ataviada con el traje tradicional de su país. «Espero que nuestro fútbol haya dado una oportunidad para soñar a los niños japoneses», aseguró la centrocampista que, con un 28% de las papeletas, se impuso en la votación final a la estadounidense Abby Wambach (13%) y a la brasileña Marta (17%), que no pudo conquistar el que habría sido su sexto Balón de Oro consecutivo.

El galardón al mejor técnico de fútbol femenino en 2011 también se fue al país del sol naciente. Se lo llevó Norio Sasaki, a cuyas órdenes la selección nipona se adjudicó el Mundial de Alemania. La FIFA, además, entregó el premio Fair Play a la Asociación japonesa de fútbol.

Denuncia

Marta, por otro lado, aprovechó la gala para instar al desarrollo del fútbol femenino en Brasil. Lo cierto es que las últimas noticias no resultan halagüeñas. El Santos cerrará su equipo femenino de fútbol -doble ganador de la Copa Libertadores- y masculino de fútbol sala para poder costear el salario de Neymar.