La represión de la huelga general y la violencia religiosa asolan Nigeria
El segundo día de huelga general contra el encarecimiento del combustible paralizó Nigeria y dejó otros dos muertos, en una crisis social que se añade a la violencia interreligiosa que ayer sumó once muertes más.GARA | LAGOS
El segundo día de huelga general contra el aumento de los precios del carburante, que se ha duplicado en el principal productor africano de petroleo, paralizó ayer la capital económica del país, Lagos. La policía volvió a disparar contra los manifestantes un día después de que al menos seis personas murieran por la intervención policial.
En Lagos, grupos de jóvenes levantaron por la mañana barricadas con neumáticos incendiados en las principales calles. Dos personas murieron atropelladas por un autobús que intentó evitar una de estas barricadas, según testigos. El lunes un joven falleció por disparos de la Policía.
La manifestación de Lagos se desarrolló al ritmo del afrobeat, género musical muy popular en el país. Algunos llevaban una réplica de un ataúd, con la inscripción «Badluck» (mala suerte, en inglés), en referencia al apellido del presidente nigeriano, Jonathan Goodluck (buena suerte). «No suspenderemos la huelga hasta que el Gobierno escuche la voz de la razón y rectifique su decisión», indicó Daniel Ejiofor, uno de los manifestantes.
La mayoría de colegios, comercios, mercados, edificios oficiales, aeropuerto y puertos marítimos cerraron. La movilización se extiende a internet, donde algunos sitios han caído en manos de piratas informáticos. En Twitter, se han creado muchos hashtag para dar seguimiento a la huelga, como #savenigeria, #occupynigeria o #uelsubsidy. Además, varias celebridades han expresado su apoyo a la causa a través de esta red social.
Los dos principales sindicatos nigerianos, el Congreso de Sindicatos (TUC) y el Congreso del Trabajo de Nigeria (NLC), convocaron el paro después de que el Gobierno anunciara el día de Año Nuevo la retirada de un subsidio al combustible.
Exigen que el Gobierno restablezca los subsidios, cuya supresión provocó un brusco aumento de los precios de la gasolina, que afecta a la mayor parte de los nigerianos, tanto por los transportes como por los generadores de electricidad.
El litro de gasolina pasó de la noche a la mañana de 65 nairas (0,30 euros) a al menos 140 nairas. La mayoría de los 160 millones de nigerianos viven con menos de dos dólares al día. La medida forma parte de un paquete de ajuste económico con el que el Ejecutivo quiere ahorrar cerca de 5.000 millones de euros
Pero si la actividad se paralizó en las grandes ciudades, la producción de petróleo, de 2,4 millones de barriles diarios, no fue afectada por la huelga, según responsables del sector.
Seis muertos
Esta huelga general indefinida, acompañada de manifestaciones masivas, se desarrolla con el fondo de la violencia interconfesional en un país repartido casi a partes iguales entre musulmanes, que son mayoría en el norte, y los cristianos, que viven sobre todo en el sur.
Desde los atentados del día de Navidad que causaron 49 muertos, se han sucedido los ataques contra cristianos, con más de 80 fallecidos. Ayer murieron seis personas en un ataque a un bar -el dueño y cinco policías- en Potiskum, en el noreste.
La mayoría de los ataques son reivindicados por el grupo islamista Boko Haram, que reclama la aplicación de la sharia en todo el país.
Una mezquita fue incendiada en el centro de la ciudad de Benin City, en el sur, donde al menos murieron cinco personas y hay otras 10.000 desplazadas por la violencia intersectaria, según la Cruz Roja local.