Las FARC instan a Bogotá a un diálogo «de cara al país» y «sin mentiras»
Las FARC realizaron el lunes un llamamiento al Gobierno de Juan Manuel Santos para entablar un diálogo «de cara al país» y «sin mentiras». El presidente colombiano rechazó la propuesta de iniciar un proceso de negociación similar al que tuvo lugar hace una década.GARA | BOGOTÁ
El máximo jefe de la guerrilla colombiana de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Rodrigo Echeverry Londoño, alias Timoleón Jiménez o Timochenko, anunció que la organización armada está dispuesta a establecer «una hipotética mesa de conversaciones» con el Gobierno «de cara al país», aunque instó al presidente, Juan Manuel Santos, a hacerlos «sin mentiras».
A través de un comunicado difundido en su web, las FARC reiteraron su voluntad de «retomar la agenda que quedó pendiente en El Caguán», declarada zona de distensión por el expresidente Andrés Pastrana en 1998 para facilitar un proceso de paz con la guerrilla que se rompió en 2002 y que su sucesor, Álvaro Uribe, se negó a retomar. Santos fue ministro con ambos.
«Timochenko» manifestó su interés en discutir temas importantes como «las privatizaciones, la desregulación, la libertad absoluta de comercio e inversión, la depredación ambiental, la democracia de mercado o la doctrina militar».
Denunció en el texto que se registra un despliegue de tropas en la región del Catatumbo, en Norte de Santander, departamento fronterizo con Venezuela, territorio en el que las autoridades colombianas creen que se localizan campamentos rebeldes. Señaló que lo que las tropas, que llegan a las comunidades indígenas como «brigadas de ayuda», quieren garantizar la llegada de empresas multinacionales para sembrar palma de aceite y explotar minerales.
Sin embargo, añadió que «lo que habrá de sobrevenir será la persecución infame y el destierro de los indígenas Barí, cuyos asentamientos se encuentran en la mira de las grandes compañías transnacionales que vienen por el carbón, el petróleo y los agrocarburantes».
«Timochenko» subrayó que el proceso de paz debe darse «sin la imposición de verdades absolutas», «sin mentiras», y criticó que el Gobierno utiliza el «monopolio del poder mediático» para decir «una y otra vez» que con la guerrilla no se puede conversar porque engaña «todo el tiempo». Agregó que «la verdad no es única» y citó como ejemplo el «pésimo precedente» de la muerte el 26 de noviembre de cuatro secuestrados que las FARC se disponían a liberar.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, rechazó la propuesta de las FARC. Santos no respondió personalmente, pero fue muy enfático en su cuenta en Twitter al rechazar cualquier negociación. «No queremos más retórica, el país pide hechos claros de paz. Que se olviden de un nuevo Caguán», escribió.
Santos no respondió personalmente al planteamiento del líder de las FARC, pero fue muy enfático en su cuenta en Twitter al rechazar cualquier negociación. «No queremos más retórica, el país pide hechos claros de paz. Que se olviden de un nuevo Caguán», escribió.