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Al-Assad arenga a los suyos mientras aprovecha la desunión de sus rivales

En su segunda alocución en 24 horas, aunque esta vez ante miles de seguidores en Damasco, el presidente sirio, Bashar al-Assad, prometió que acabará con lo que calificó de «conspiración» movida por intereses extranjeros contra Siria. Frente a una oposición interior y a una comunidad árabe e internacional dividida, manifestaciones similares tuvieron lugar en las principales ciudades del país, incluida Homs, donde un periodista francés murió por impacto de un obús.

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GARA | DAMASCO

Bashar al-Assad, compareció ayer en Damasco ante decenas de miles de sus seguidores, a quienes prometió que acabará con lo que presentó como una «conspiración» contra Siria.

En una breve e inusual aparición pública y desde un escenario instalado en la Plaza de los Omeyas, al-Assad auguró que «vamos a triunfar sin ninguna duda sobre el complot que está en los últimos estertores». Incluyó en su discurso referencias al arabismo y al pasado de la dinastía omeya (661-750 d.C) de Damasco, «capital de la historia y de la civilización, en el corazón de los países del Levante».

La víspera, el líder sirio acusó a los países occidentales de «conspirar» contra Siria y prometió «mano dura contra los terroristas», a la vez que un referéndum constitucional en un plazo de dos meses.

Marchas prorégimen

La gran manifestación prorégimen de Damasco no fue la única y hubo concentraciones similares en Alepo, la segunda ciudad del país, la localidad costera de Latakia, Dir Zur (noreste), Deraa (sur) y Hasaka (noreste), entre otras. El opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos minimizó estas marchas y aseguró que «han obligado a los funcionarios a participar en los desfiles. En Deraa los que desfilaban eran soldados de paisano».

No opina lo mismo el arzobispo católico de Alepo, Jean-Clement Jeanbart, quien asegura en una entrevista a «Le Figaro» que «el régimen cuenta con el apoyo de las minorías, Si sumas los alewíes, cristianos, drusos e ismalíes y les añades los miembros del Baath y los comercientes suníes de Damasco y Alepo, ahí tienes más de un 50% de apoyos detrás de al-Assad».

Jeanbart teme la llegada al poder de los Hermanos Musulmanes e insiste en rechazar un escenario a la iraquí y en dar una oportunidad a las reformas. «Al-Assad está logrando persuadir al partido Baath de que acepte las reformas», asegura, para criticar el rechazo de la oposición al diálogo y mostrar sus dudas sobre su representatividad.

Llamamiento a la oposición

La prensa oficial hizo un llamamiento a la oposición a que participe en las reformas prometidas por el presidente y le instó a no minimizarlas y a «sacudirse el yugo extranjero».

Analistas pro-occidentales reconocen ya que la suerte no está echada para el presidente sirio. La oposición está dividida, al igual que los regímenes árabes, y tampoco hay consenso en la comunidad internacional.

Estas divergencias refuerzan la posición de al-Assad, quien con sus últimas comparecencias busca cerrar filas, zanjar los rumores sobre su dimisión o huida a Rusia y atraerse a todos los sirios que comienzan a temer la ola de crecientes atentados.

Y todo ello en un año, 2012, que puede ser nulo en términos de geopolítica con motivo de los procesos electorales que tendrán lugar en Rusia, Estado francés y Estados Unidos.

Muere un periodista francés en un ataque de obús en Homs

Un reportero de France 2, Gilles Jacquier, murió ayer por el impacto de un obús o una granada propulsada por un cohete en la ciudad de Homs.

El opositor Observatorio sirio de Derechos Humanos precisó que en el ataque, del que ofreció la localización pero del que no desveló el origen, murieron seis sirios y otros dos resultaron heridos. Un fotógrafo presente en el lugar de los hechos aseguró que un periodista belga figuraba entre los heridos.

Los militantes opositores de la ciudad, uno de los bastiones de la revuelta, se apresuraron a responsabilizar del ataque al régimen. Una versión que casa difícilmente con los testimonios de varios periodistas occidentales testigos del ataque, y que coincidían en que el objetivo del ataque era una manifestación progubernamental.

El enviado especial de «The Guardian», Ian Black, aseguró que Jacquier se quedó con otros periodistas a cubrir una marcha en solidaridad con el régimen sirio. El enviado especial de la CNN Nic Robertson informó en su cuenta de Twitter de «un ataque de mortero contra una manifestación progubernamental». ¿El régimen bombardeando a sus seguidores? GARA

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