Si por algo será recordado Juan Antonio Usparitza será por ser el fundador y alma mater de la Asociación de Ayuda en Carretera (DYA), que creó en 1966. Lo hizo y así lo confesó, tras contemplar cómo en los accidentes de tráfico a las víctimas se las trataba «sin ningún tipo de criterio sanitario».

La DYA (Detente y Ayuda) inició su andadura en Bizkaia pero fue extendiéndose por otros territorios vascos y más tarde del Estado español. Durante décadas fue habitual oír a través de la radios locales vizcainas los partes de accidentes y los consejos de Usparitza, que a sus 92 años y habiéndose operado de un linfoma hace un lustro, seguía al pie del cañón.

Pero ante todo Usparitza Lekunberri fue médico, vocación que él mismo atribuyó a las «terribles crueldades que presencia» en la guerra del 36. Se licenció en 1945 en Valladolid para después obtener plaza en el Hospital de Basurto y en la conocida Clínica del Dr. Valbuena. En 1954, inauguró la Clínica Ginecológica Usparicha, ubicada en Indautxu, en la que vinieron al mundo decenas de miles de criaturas, introduciendo el «parto sin dolor».

En el último año, esta clínica ha sido una de las señaladas por su relación en la adopción irregular de menores, que ahora trata de esclarecerse. Católico militante se opuso al derecho al aborto, lo que le enfrentó con el incipiente movimiento feminista. En 1980, su vivienda de Sukarrieta sufrió un atentado de ETA y al reivindicarlo le acusó de «haber practicado en su clínica abortos a mujeres que podían pagarlos».