AL CIERRE
Cierre plano
Alberto CASTRO
El Ibex volvió al punto de partida al cierre de la sesión, presionado por la falta de argumentos sólidos para las compras y sin que la decisión de Moody`s de mantener la triple A para el Estado francés sirviera de gran acicate a los inversores. Además, desde Madrid se abría otra puerta a una nueva subida de impuestos en el futuro, después de que Mariano Rajoy lo dejara implícito en una intervención pública. De otro lado, la crisis griega sigue sin visos de solución por la lucha que mantiene Atenas con los bancos y fondos llamados a aceptar la quita. Las condiciones exigidas son difíciles de soportar por la escasa proyección del crecimiento griego y la incapacidad de generar ingresos incluso después de haberse aprobado drásticos recortes sociales. El Ibex plasmó este estado de incertidumbre con un cierre plano. Hoy comenzará con 8.449,60 puntos. En el resto de Europa sí tuvieron un efecto más positivo la confirmación de la máxima calificación del Estado francés y las buenas perspectivas para el empleo alemán. Así, Fráncfort ganó un 1,25%, París, un 0,89%, y Londres, un 0,37%. Dentro del Ibex, destacaron entre los ganadores Mediaset y OHL, que subieron más de un 2%, mientras que BME (-2,12%) sufrió el mayor desgaste. Entre los pesos pesados, sólo Iberdrola (-0,13%) se apartó del color verde. Repsol, que sumó un 0,94%, fue el mejor de este selecto grupo. En París, el sector del automóvil cotizó al alza. Peugeot sumó un 4,17%, Michelin, un 3,70%, y Renault, un 2,93%. Sólo ST Microelectronics (+7,14%) mejoró sus balances, al tiempo que Lafarge (-2,15%) cosechó el peor resultado.