Hace 149 días que el Amorebieta disputaba el primer encuentro de su historia en Segunda B. Y también que celebró su primera victoria en la categoría de bronce, gracias a un gol de Roberto Cuevas en El Plantío.

Muchos hablaron entonces, y en las semanas posteriores, de suerte, casualidad o de la inercia del ascenso. Justificación que se queda muy corta cuando, veinte jornadas después, el equipo vizcaino sigue en sus trece. Ocupando zona de play-off, de la que apenas ha salido en todo el campeonato y acumulando puntos a tal ritmo que puede finiquitar en breve su principal objetivo, la permanencia.

La explicación debe ser otra y son muchos los dedos que apuntan al banquillo azul, ocupado por Axier Intxaurraga. Igualmente debutante en la categoría, el berriztarra dejó atras su etapa como futbolista, larga y repleta de etapas, para hacerse con los mandos del Castillo, el equipo canario con el que acababa de colgar las botas. Dos temporadas tras las que recaló en la Cultural de Durango para, esta temporada, dar un paso más con el Amorebieta. Con el que está firmando una campaña espectacular, pese a lo que no quiere ninguna medalla. «No, no, los protagonistas son los jugadores. El entrenador tiene que intentar ayudarles, pero los protagonistas son ellos».

Descartadas por tanto la suerte, la casualidad y el entrenador, la clave del éxito pasa por tanto por los futbolistas. Sobre todo por las características del grupo que han conformado en el Amorebieta. «Cuando se hizo el equipo, no solo se miró lo que podían dar sobre el campo, sino qué tipo de jugadores iban a ser en el vestuario, qué relación iban a tener con sus compañeros, qué capacidad de sacrificio tenían. Porque las temporadas son largas, hay malos momentos... Y para que todo eso no haga daño, el ambiente que se respira en el vestuario es importantísimo. Creo que nosotros hemos acertado con un equipo muy unido, que ha creado un gran ambiente y que además tiene una gran capacidad de trabajo tanto en los entrenamientos como cada domingo en los partidos. Esa es la clave de que la temporada esté saliendo tan bien».

El refuerzo de los resultados

Esa y la confianza que dan los buenos resultados. «Es evidente que te refuerzan. Si haces bien tu trabajo es más fácil que te acompañen los resultados y si los resultados te acompañan, trabajas mejor». El toque de Intxaurraga, insiste, se limita a «ayudarles a que se sientan bien, que trabajen bien, hablar con ellos... Luego cada entrenador tiene sus gustos, presionar arriba o abajo o cualquier otro detalle. Pero lo importante para mí es contribuir a que haya un buen ambiente, respetar a todos los jugadores, darles confianza e intentar ayudarles en todo lo que puedo».

Es evidente que la fórmula funciona. Con veinte jornadas disputadas, el Amorebieta es tercero, a dos puntos del segundo y con nada menos que 16 puntos de ventaja sobre el descenso, la que sigue siendo, pese a todo, su referencia. «No podemos negar que tenemos ya muchos puntos, pero también queda mucha temporada por delante y pueden pasar muchas cosas. Lo que nos ha funcionado hasta ahora es pensar en el partido de cada semana y no vamos a cambiar ahora pensando en cómo estaremos dentro de un mes o mes y medio. Vamos paso a paso», recalca, por mucho que la clasificación invite a soñar. O bastante peor, a relajarse.

Por eso insiste el técnico vizcaino en la importancia de que la tabla no descentre a sus jugadores. «No es fácil no mirarla, pero por suerte nuestros jugadores son muy maduros. Es evidente que estamos muy contentos, que nos gusta vernos ahí, pero también sabemos lo que cuesta sacar los puntos cada domingo. Y que para eso hay que trabajar mucho durante la semana y jugar los partidos con mucha intensidad, sin que nada nos descentre. De momento nos está funcionando. La temporada nos dirá hasta dónde nos lleva al final». De momento al campo de los sueños, en el que Intxaurraga ya ha entrado en cinco ocasiones como jugador -cuatro ascensos a Segunda A y uno a Segunda B-. Quién sabe si podrá repetir como entrenador en un futuro no muy lejano.

La semana

Goleadores. No mojó en Mendizorrotza, pero Roberto Torres se mantiene al frente de la tabla de realizadores, con doce dianas. Por detrás del capitán de Osasuna se sitúa Diego Cervero, que sí marcó en las Llanas y alcanza los diez, aunque el Logroñés acabó perdiendo ante el River. La tercera plaza es para Pablo Infante, con nueve, pese a que el ariete del Mirandés acumula cinco jornadas sin marcar. Sendoa, uno de los goleadores del Alavés ante Osasuna, asciende al cuarto peldaño con ocho dianas.

Apreturas. Queda mucho, pero no tanto, y los equipos empiezan a apretar en busca de sus objetivos. Por ejemplo, la pelea del play-off, en la que se rozó el pleno. El Eibar, que se dejó dos puntos en Lezama, fue el único de los siete primeros clasificados que no comenzó la segunda vuelta con victoria, pese a lo que se mantiene en puestos de promoción. Sí ganaron Mirandés, Ponferradina, Amorebieta, Alavés, Sestao River y Gimnástica.

Copa Federación. Esta semana se disputan los partidos de vuelta de los octavos de final, que dejarán a al menos un equipo vasco en la siguiente ronda. Saldrá del emparejamiento entre Lemona y Amorebieta. Tras el triunfo por la mínima de los cementeros, ambos se enfrentan mañana en Urritxe (19.00). El Tudelano, por su parte, defenderá el 2-1 de la ida ante el Logroñés, también mañana, en Las Gaunas (19.30).